Finlandia anunció su solicitud de ingreso a la OTAN “sin demora”, a la espera que Suecia le haga segunda, una decisión que sugiere que la invasión rusa de Ucrania provocará una expansión de la alianza militar occidental que Vladimir Putin pretendía evitar.

Moscú calificó el anuncio de Finlandia como una amenaza directa a Rusia y advirtió de represalias, incluyendo medidas “técnico-militares” no especificadas, reveló la agencia Reuters. 

“Finlandia debe solicitar el ingreso en la OTAN sin demora”, afirmaron el presidente Sauli Niinisto y la primera ministra Sanna Marin en una declaración conjunta, manifestando su esperanza de que los pasos para tomar la decisión se tomen rápidamente en los próximos días.

A la pregunta de si la adhesión de Finlandia supone una amenaza directa para Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió: “Definitivamente. La expansión de la OTAN no hace que nuestro continente sea más estable y seguro”.

El anuncio se produjo en un momento en que la guerra de Rusia en Ucrania está sufriendo otro gran revés, con las fuerzas ucranianas expulsando a las tropas rusas de la región en torno a la segunda ciudad más grande, Járkov, su avance más rápido desde que obligó a Rusia a retirarse de la capital y el noreste hace más de un mes.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los finlandeses serían “calurosamente acogidos” y prometió un proceso de adhesión “fluido y rápido”.

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Finlandia y Suecia dejarían de ser neutrales

La decisión de los dos países nórdicos de abandonar la neutralidad que mantuvieron durante la Guerra Fría sería uno de los mayores cambios en la seguridad europea en décadas.

Finlandia y Suecia son los dos países más grandes de la Unión Europea que aún no se han incorporado a la OTAN. 

La frontera de Finlandia, de 1,300 kilómetros, duplicará con creces la longitud del límite que comparten en la actualidad la alianza liderada por Estados Unidos y Rusia, lo que situará a los guardias de la OTAN a pocas horas de distancia del norte de San Petersburgo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Moscú se verá obligado a tomar “medidas de represalia, tanto de carácter técnico-militar como de otro tipo”, sin dar más detalles. 

En tanto, funcionarios rusos hablaron en el pasado de posibles medidas como el estacionamiento de misiles con armamento nuclear en el Mar Báltico.

Aliados de OTAN aplauden solicitud de Finlandia

Cinco diplomáticos y funcionarios dijeron a Reuters que los aliados de la OTAN esperan que ambos países reciban la adhesión de forma rápida, lo que allanaría el camino para una mayor presencia de tropas en la región nórdica para defenderlos durante un lapso de ratificación de un año.

Putin citó la posible expansión de la OTAN como una de las principales razones por las que lanzó una “operación militar especial” en Ucrania en febrero.

La OTAN se describe a sí misma como una alianza defensiva, construida en torno a un tratado que declara que un ataque a un miembro es uno contra todos, concediendo a los aliados de Estados Unidos la protección del poderío de la superpotencia de Washington, incluido su arsenal nuclear.

Moscú lo considera una amenaza para su seguridad. Pero la decisión de Putin de invadir Ucrania ha cambiado la opinión pública nórdica, con partidos políticos que durante mucho tiempo habían apoyado la neutralidad y que ahora consideran que Rusia es una amenaza.

Con información de Reuters