El sector inmobiliario de China experimentó sorpresas este lunes después de informes sobre que Shimao -con calificación de grado de inversión hasta hace un par de meses- había puesto a la venta todos sus proyectos, a la vez que Evergrande intentó evitar otro máximo histórico en los mercados.
La crisis inmobiliaria china no se ha detenido este mes y borró más de un billón de dólares del sector en 2021. La calificación crediticia de Shimao Group fue recortada nuevamente tanto por S&P como por Moody’s luego de que incumpliera inesperadamente un “préstamo fiduciario”.
Cabe destacar que la semana pasada, aunque sus acciones subieron casi un 20% debido a informes de que está en conversaciones sobre la venta de activos con el estado.
China Evergrande, el desarrollador inmobiliario más endeudado del mundo y que desencadenó la agitación el año pasado, informó que se había mudado de su sede en Shenzhen para reducir costos.
La compañía mantuvo viva una luz de esperanza de que su primer incumplimiento de pago de bonos en yuanes chinos aún podría evitarse al extender hasta el jueves una fecha límite para que los tenedores de bonos acuerden un aplazamiento de pago de seis meses, 4, 500 millones de yuanes (157 millones de dólares).
Sin embargo, las firmas inmobiliarias chinas se han enfrentado a una presión sin precedentes en los últimos seis meses tras los esfuerzos de Pekín para frenar el sobreendeudamiento en el sector.
Compra de activos
De acuerdo con la agencia Reuters, la semana pasada el gobierno busca facilitar que los promotores inmobiliarios respaldados por el estado compren activos de rivales privados que estén en dificultades.
Pero se espera que la escasez de efectivo del sector también se intensifique, ya que las empresas necesitarán realizar casi 40,000 millones de dólares en pagos de bonos internacionales durante los próximos seis meses, según la correduría Nomura.
Uno de los que probablemente se destacará junto con Evergrande el próximo jueves será Guangzhou R&F Properties. Sus bonos se han desplomado a niveles profundamente angustiados antes del pago de un bono de 750 millones de dólares que vence ese día.
También tiene una serie de megaproyectos sin terminar en ciudades globales como Londres.
Con información de agencias.
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