El gobierno británico presentó este viernes ante el parlamento un cóctel de medidas para relanzar la economía y atenuar la inflación, que incluye el congelamiento de las facturas energéticas, una baja de impuestos y desregulación en el sector bancario.

El paquete de la primera ministra Liz Truss puede tener efectos secundarios graves para las finanzas públicas de un Reino Unido al borde de la recesión y con una inflación en torno al 10%, un nivel máximo en 40 años.

Pero el ministro de Finanzas británico Kwasi Kwarteng espera dar alivio a las economías de los hogares y las empresas e “invertir el círculo vicioso del estancamiento”.

Durante la peor crisis energética en generaciones, este gobierno está al lado de la gente

afirmó Kwarteng en el Parlamento.

Ante este anuncio, la libra esterlina se encuentra ya en sus valores más bajos desde 1985, y a las 9:52 (hora Ciudad de México) tenía una depreciación de 3.04% a 1.0915 dólares por unidad, de acuerdo con Investing.com.

La principal medida de este “mini-presupuesto”, tal como lo llamó, será el congelamiento de las facturas de energía durante dos años, con un ahorro de unas 1,000 libras (unos 1,115 dólares) al año para un hogar medio.

Para el caso de las empresas, el gobierno financiará casi la mitad de las facturas durante seis meses.

Los precios del gas y la electricidad se dispararon desde el inicio de la crisis en Ucrania, a raíz de las limitaciones en el abastecimiento de hidrocarburos procedentes de Rusia.

Reino Unido estima en 67,000 mdd costo de ayuda energética

Kwarteng estimó este viernes en 60,000 millones de libras (unos 67,000 millones de dólares) el costo para los primeros seis meses de las ayudas energéticas anunciadas para los particulares y las empresas.

El ministro anunció por otra parte la anulación de un límite a los bonos para los banqueros, de 200% del salario anual hasta el momento, y una baja del porcentaje máximo del impuesto a las ganancias, de 45 a 40%.

Necesitamos que los bancos internacionales creen empleos aquí (…) y paguen impuestos aquí en Londres, y no en París, Fráncfort o Nueva York

afirmó, poniendo fin a una regla heredada de la Unión Europea.

En momentos en que el mercado laboral británico sufre de una escasez de mano de obra, el acceso al ingreso mínimo (“universal credit”) estará acompañado de obligaciones para algunas personas que trabajan menos de 15 horas semanales.

Esto podría incluir el hecho de “postular a un empleo, participar en entrevistas de reclutamiento”, según el ministerio de Finanzas, que quiere incitar a las personas mayores de 50 años a volver al mercado laboral, del que se fueron en grandes proporciones desde la pandemia.

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Para los más ricos

Kwasi Kwarteng advirtió también que el derecho a huelga va a tener un marco más estricto y limitado a los casos en los que las negociaciones salariales fracasaron, luego de que el anterior gobierno ya autorizase el recurso a la contratación de persona temporales para atenuar su impacto.

El costo total del paquete de medidas no fue divulgado, pero los economistas lo evaluaron en más de 100,000 millones de libras, y el banco Barclays habló incluso de 200,000 millones.

 

 

La propia Liz Truss reconoció que la política de su gobierno favorecerá sobre todo a los más ricos.

En lugar de defender a la gente que trabaja, los conservadores protegen las ganancias de los gigantes de la energía

que se beneficiaron en los últimos meses de la disparada de los precios de los hidrocarburos, acusó la responsable laborista para las finanzas, Rachel Reeves.

Reeves afirmó que las medidas en materia energética anunciadas por los conservadores serán financiadas con endeudamiento público, y por lo tanto sobre las espaldas de los contribuyentes.

Tras los anuncios, los inversores reaccionaron vendiendo los títulos de deuda británica, cuyo tasa de rendimiento a diez años subía este viernes a 3.84%, su nivel más alto desde 2011.

Los tenedores de bonos ya estaban agitados por la inflación y por la perspectiva de más subidas de las tasas de interés por parte del Banco de Inglaterra (BoE), que el jueves subió los tipos medio punto porcentual hasta el 2.25%.

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Con información de AFP y Reuters