El pago de impuestos de los contribuyentes dejó al erario 2.99 billones de pesos entre enero y agosto, un incremento de 7.7% respecto al mismo periodo de 2022, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La dependencia atribuyó el crecimiento a una mayor recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por la fortaleza del empleo, mayores salarios y ganancias de empresas, así como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) distinto de combustibles.
Sin embargo, los ingresos tributarios fueron inferiores a lo programado en 119,058.4 millones de pesos, principalmente porque el cobro de los Impuestos al Valor Agregado (IVA) y Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) quedaron por debajo de lo previsto.
Hacienda detalló que la recaudación del IVA cayó 8.4% en términos reales por la apreciación del tipo de cambio, así como el incremento en las compensaciones y devoluciones por parte del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
La fortaleza del peso mexicano, así como los menores precios del crudo, también continuaron pasando factura a los ingresos petroleros.
En los primeros ocho meses del año la entrada de recursos por este concepto fue de 707,764.3 millones de pesos, lo que significó una caída de 25.2% respecto al año anterior.
Ingresos planos
De esta manera, los ingresos públicos al cierre de agosto ascendieron a 4.65 billones de pesos, sin variación real respecto a lo registrado en el mismo lapso de 2022.
Este resultado es significativo, dados los menores ingresos petroleros debido a la disminución del precio del crudo y la apreciación del peso
indicó la dependencia en un comunicado.
Mientras que el gasto continuó al alza con un incremento real de 4.7%, a 5.17 billones de pesos. El monto, sin embargo, es 288,257.7 millones de pesos inferior a lo programado.