La confianza de los empresarios puesta en México continuó disminuyendo durante junio pasado, tras un primer trimestre histórico en llegada de capital extranjero y el aumento en la tasa de interés.

De los sectores económicos más importantes de México, ninguno presentó optimismo por parte de la Iniciativa Privada (IP), siendo el rubro de servicios el más pesimista.

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De acuerdo con datos desestacionalizados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) general disminuyó 2.29 puntos mensuales en el sexto mes del 2022.

Esta contracción significó la segunda caída al hilo y el peor resultado en los últimos cinco meses.

Precios de la producción se aceleran

Al igual que los consumidores, los precios de la producción de las actividades económicas presentan una tendencia de aceleración, situación que encarece los procesos productivos finales.

Escenario contrastante

La IP mexicana enfrenta un escenario contrastante. Para controlar los elevados niveles inflacionarios, los mayores en dos décadas, el Banco de México decidió ubicar la tasa de interés objetivo en 7.75%, un incremento de 75 puntos base, el alza más alta registrada.

Pero no solamente los consumidores sufren por la disminución en su poder de compra. El Índice Nacional de Precios al Productor aumentó 10.52% anual en mayo pasado, la variación más elevada desde marzo del 2017 (10.67%), es decir, en más de un lustro.

Lo anterior se dio por los elevados precios de petróleo, así como de otras materias primas e insumos por la invasión rusa en Ucrania, como fertilizantes, granos y metales, que se trasladan a los productores mexicanos con una mayor presión por los costos.

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Máximo histórico en el olvido

Además, cuando se vislumbraba un inicio de año dinámico, se contrajo el ICE, posterior a que la captación de capital extranjero en el país registrara su mejor resultado en casi nueve años.

Según información de la Secretaría de Economía, la Inversión Extranjera Directa (IED), como cifra preliminar, ascendió a 19,427 millones de dólares en el primer trimestre del 2022.

Dicho monto significó el mayor desde el segundo trimestre del 2013, cuando se atrajeron 21,019 millones de dólares.

Si considera solamente el primer trimestre de cada año, fue la mayor IED desde al menos 1999, año que inicia la base de datos trimestral.

La confianza de la IP abundó en los primeros tres meses del año en curso, pero se desvaneció a partir de mayo (periodo en el que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador presentó su plan para combatir la inflación) y continuó en junio.

Motor manufacturero, apagado

Los sectores económicos que considera el ICE son manufactura, construcción, comercio y servicios.

El más importante por su peso en la economía mexicana es la industria manufacturera, que mostró un retroceso mensual en junio, de 0.25 puntos, el segundo de forma consecutiva.


Este pesimismo manufacturero se depositó principalmente en la desconfianza del empresariado en la situación económica futura de la empresa, con una baja de 1.13 puntos.

Otra caída importante se dio en el indicador sobre la situación económica futura del país (0.44 puntos), demostrando incertidumbre en el rumbo que tomará México.

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Servicios, el talón de Aquiles

El desplome sectorial más pronunciado del ICE en junio pasado fue en servicios privados no financieros, con una diferencia mensual de 4.38 puntos, caída que se originó porque todos sus indicadores descendieron.

La mayor desconfianza de los empresarios dedicados a este sector se centró tanto en la situación económica futura de la empresa (disminuyó 5.51 puntos) como de México (5.24).

En tanto, el ICE del comercio bajó 0.32 puntos mensuales y el de la construcción lo hizo en 0.59 puntos; este último, pese a las grandes obras federales como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya o el Corredor Transístmico, lleva cuatro meses seguidos con contracciones.