Moody’s reveló este miércoles que una mejora en la nota crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) es improbable dado el panorama negativo de la calificación soberana del país y otros desafíos que enfrenta la firma que dirige Octavio Romero.

Su métrica crediticia para una de las mayores petroleras de América Latina seguirá siendo débil en el futuro inmediato, explicó la calificadora en una actualización semestral, citando los bajos precios del petróleo, la carga de la deuda de Pemex y la baja inversión.

Además, dijo que el análisis de la nota de Pemex -actualmente en “Ba2”- incluye la suposición de que la firma continuará recibiendo apoyo del gobierno en caso de que sea necesario.

La calificación “Ba2” se ubica, dentro de la escala de Moody’s, dos niveles por debajo del grado de inversión. La perspectiva de la petrolera es negativa.

Debido a que la nota crediticia de Pemex depende en gran medida del apoyo del gobierno de México, un cambio en nuestros supuestos sobre el apoyo del gobierno y su puntualidad podría llevar a una baja de la calificación de Pemex

advirtió Moody’s.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha inyectado recursos a Pemex, cuya deuda financiera es de unos 107,000 millones de dólares, y tomado medidas para reducir su pesada carga fiscal.

Sin embargo, la empresa mantiene finanzas débiles y no logra revertir el declive en su producción de crudo y gas, afectada además por los débiles aún precios del crudo.

Deuda de Pemex sí está creciendo, a pesar de que el gobierno lo niega

Además de Moody’s, los bonos de Pemex están en “bonos basura”, según la escala de Fitch Ratings, con una calificación “BB”. Mientras que con S&P es “BBB”, dos niveles por encima del grado de inversión. Con ambas calificadoras, la perspectiva es negativa.

Con información de Reuters