La manufactura mexicana continuará “desengrasada” al cierre del 2023 debido a la debilidad que sufre actualmente la industria de Estados Unidos.

Según datos de la Reserva Federal, la producción manufacturera de la Unión Americana cayó 0.8% a tasa anual durante septiembre pasado, que significó la séptima disminución consecutiva.

En dicho mes, la baja manufacturera se vio impactada por la huelga en las plantas de General Motors, Ford y Stellantis, que en conjunto representan cerca de 50% de la producción anual de vehículos en ese país (15 millones).

Huelga en EU prende focos rojos

El desplome de la manufactura estadounidense prende los focos de alerta a la industria en México; en particular, de acuerdo con datos del 2022 de Banorte, las tres empresas concentran 44.2% de la producción total de vehículos ligeros y 47.0 de las exportaciones.

Pero más allá del impacto en el sector automotriz, el desplome de la industria norteamericana “asusta” a todo el aparato manufacturero de México por su alta dependencia a la demanda de Estados Unidos.

Cabe recordar que el valor de producción manufacturera del país cayó 10.7% a tasa anual real en agosto de este año, que representó, además de hilar nueve meses con variaciones negativas, el peor resultado en los últimos 38 meses.

Debilidad manufacturera se extenderá al cierre del 2023

Hacia delante, Banorte considera que la debilidad en el sector manufacturero de Estados Unidos se extenderá en todo el cuarto trimestre del 2023.

Para el grupo financiero, las manufacturas siguen confirmando menor fortaleza debido a:

  • Elevadas tasas de interés, y con el banco central decidido a mantenerlas así por más tiempo de lo estimado
  • Una demanda interna más restringida, así como una demanda externa con menor dinamismo, principalmente con la actividad económica en China registrando una recuperación más lenta de lo que se estimaba y la Eurozona con riesgos de estanflación
  • Persistentes presiones inflacionarias que podrían prolongarse más de lo anticipado
  • Temores de una recesión, que si bien disminuyeron, la posibilidad de que se concrete una no ha desaparecido por completo

Del lado positivo, Banorte sigue viendo menores presiones en la cadena de suministros, aunque esto también puede obedecer a una menor actividad dentro del sector.

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