A partir de la segunda mitad del 2023, la producción de la industria automotriz se encuentra en un momento de debilidad, vaivenes que derivan principalmente de las disrupciones en las cadenas de suministro.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la fabricación de automóviles y camiones ascendió a un valor de 171,239 millones de pesos en agosto pasado.

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Este monto significó una caída de 9.8% a tasa anual real, la segunda baja consecutiva y el peor resultado en los últimos 21 meses.

En tanto, la fabricación de partes para vehículos automotores sumó 106,917 millones de pesos, dando una disminución de 14.9%, que además de ser el séptimo descenso al hilo, representó la contracción más pronunciada en 22 meses.

Ambas industrias son pilares en la economía mexicana, ya que aportaron 30.6% del valor total de producción manufacturera.

Preocupa la huelga

Más allá de las oscilaciones que muestra la industria automotriz de México por diversos factores como los conflictos geopolíticos y sus efectos, el paro del sindicato United Auto Workers (UAW), que ya lleva más de un mes e involucra a General Motors, Ford y Stellantis, ya preocupa al sector nacional.

La industria automotriz en México se verá afectada principalmente en el sector de autopartes, ya que México es el principal proveedor de partes y componentes automotrices para las empresas estadounidenses

reporta Banco Base.  

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Por su parte, Banorte recordó los efectos en México de la huelga de GM en el 2019, como paros técnicos entre dos y tres semanas para las armadoras; despidos temporales en el ensamblaje terminal, con alrededor de 6,500 trabajadores en dos de sus cuatro plantas recibiendo 55% de su salario, y escasez de modelos y autopartes.

Añade que los primeros reportes sobre la huelga “ya dan cuenta de paros técnicos en empresas de autopartes tan pronto como cuatro días después de anunciada. Los trabajadores están recibiendo 50% de su salario y se estima que dure por lo menos un mes y medio debido a las afectaciones a las cadenas de suministros”.

Haciendo un símil con el 2019, el grupo financiero señala que es probable que se anuncien paros en las armadoras nacionales. La INA calcula que las afectaciones durante las cuatro semanas para la industria de autopartes ascienden a 412 millones de dólares.

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