La economía mexicana resintió en junio los diferentes escenarios que se viven en el entorno doméstico y mundial, manifestando un panorama de contracción.

Una elevada inflación nacional, los altos precios internacionales de materias primas como petróleo y granos por la invasión rusa en Ucrania son los principales factores que merman la dinámica económica de México.

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Así como los confinamientos en China que provocan disrupciones en las cadenas de suministro globales y el miedo en los mercados por la decisión de la Reserva Federal (Fed) para revertir los elevados niveles inflacionarios en Estados Unidos.

Muestra de ello, es el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el cual revela que en junio se registraría una caída de 0.38%, el peor resultado en los últimos 10 meses.

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Esta disminución proviene de las caídas de 0.26% de las actividades secundarias, impactadas por la baja demanda en Estados Unidos, y de 0.47% de las actividades terciarias, las cuales resienten la elevada inflación y las alzas en las tasas de interés que merman el consumo.

Diferentes escenarios

EL IOAE permite trazar diferentes escenarios económicos. En el mejor de los escenarios, la actividad económica de México crecería 1.53% (límite superior), que sería la mayor variación en los últimos 15 meses.

En tanto, en el peor panorama se presentaría en junio una caída de 2.30% (límite inferior), que significaría el peor resultado desde mayo del 2020 (3.26%).

Los últimos datos del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) apuntan que la actividad económica de México anotó un avance de 1.07% en abril, su mejor dato desde marzo del año pasado.

Este indicador ligó dos meses con datos positivos, luego del estancamiento de febrero. A pesar del avance de 1.07% en abril, de acuerdo con INEGI.