Rodrigo A. Rosales

Durante el primer trimestre del 2022, las devoluciones al contribuyente y el bajo consumo en los hogares mexicanos provocaron que la recaudación que se obtiene por el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) obtuviera su mayor caída en los últimos 13 años.

El IVA, que es una carga fiscal sobre el consumo, dejó a las arcas del gobierno un total de 291,668 millones de pesos en los primeros tres meses del año, lo que significó una disminución anual de 9.3% y en términos reales.

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Este descenso fue el peor resultado para un primer trimestre desde el 2009, año de crisis económica y financiera, con una contracción de 20.9%, de acuerdo con datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Devoluciones a contribuyentes impacta recaudación

Una de las explicaciones de la caída del IVA es por las devoluciones a los contribuyentes, las cuales llegaron a 186,820 millones de pesos en el primer trimestre del año, un máximo histórico.

La tasa de crecimiento anual de estas devoluciones fue de 30.3% en términos reales, la mayor variación, considerando solamente el periodo enero-marzo de cada año, en el último lustro.

Raquel Buenrostro, jefa del SAT, atribuyó la reducción del IVA a que en febrero se dio un un mayor dinamismo en las exportaciones, especialmente de la industria manufacturera, maquiladora y automotriz.

Entonces, como crecieron mucho las exportaciones, especialmente de la industria manufacturera, maquiladora y automotriz, aumentaron mucho las devoluciones. Aproximadamente por cada peso que paga de impuestos la industria automotriz, se le regresan 19 pesos y directamente el gobierno subsidia a la industria automotriz

añadió en una conferencia de prensa.

Debilidad terciaria

Otro factor que provocó la reducción del IVA fue la debilidad del consumo privado.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las actividades terciarias, que concentran alrededor de 60% del PIB del país y manifiestan el comportamiento del consumo de las familias, apenas crecerían 0.9% en el primer trimestre.

Mientras en el peor de los escenarios (límite inferior), las actividades correspondientes a comercio y servicios aumentarían 0.05% a tasa anual desestacionalizada, el menor nivel en el último año.

Al inicio del 2022, la nueva variante ómicron trajo de nuevo incertidumbre a nivel mundial y acentuó la continuación de problemas de suministro, una elevada inflación, el alza en las tasas de interés y los efectos de la invasión rusa en Ucrania, elementos que mermaron el consumo.