La confianza empresarial del país comenzó el 2023 como cerró el año pasado: en declive, cuyo pesimismo se manifestó en los sectores relacionados al consumo.

De acuerdo con datos desestacionalizados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) general cayó 1.85% en enero, respecto a diciembre del 2022.

 

ICE ENE 23

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Esta disminución fue la tercera al hilo y significó registrar ocho descensos en los últimos nueve meses.

Lo anterior colocó al ICE, que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 44.29 puntos, el menor nivel en los últimos 23 meses.

Esto debido a las presiones inflacionarias, alzas de las tasas de interés, temores de recesión en Estados Unidos y desaceleración en México

advierte Monex.

Sectores terciarios, a la baja

Los sectores económicos que considera el ICE son manufactura, construcción, comercio y servicios.

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Las contracciones en enero del 2023 solamente se presentaron en los sectores correspondientes al consumo privado: servicios privados no financieros (4.40% mensual) y comercio (0.67%). Esto manda señales de la debilidad en la demanda interna.

En ambos casos, todos sus componentes cayeron. La disminución más pronunciada en servicios se dio en la situación económica presente de la empresa (6.36%), mientras en comercio, en la condición económica presente del país (1.09%).

Es decir, el mayor pesimismo del empresariado de los sectores terciarios se depositó en la actualidad económica tanto de México como de las empresas.

Estancamiento del consumo

Para este año, se prevé que el consumo privado se estanque, y por ende, impacte a las empresas dedicadas al comercio y a los servicios.

El Grupo Financiero Base estima que habrá una mayor cautela por parte de los consumidores, ante la posibilidad de una recesión económica en el 2023, especialmente en Estados Unidos.

A lo anterior añade el deterioro en los ingresos por concepto de remesas medidas en pesos reales, y la inflación anual, que terminó el 2022 en 7.98%, y aunque se espera que para el cierre del 2023 disminuya a 5.1%, seguiría ubicándose por encima del objetivo del Banco de México.

La rigidez del mercado laboral evita que los salarios se ajusten rápidamente a las nuevas condiciones, y esto puede impactar negativamente al consumo de los hogares

agrega el grupo financiero.

Por último, la presión también provendrá de los incrementos en la tasa de interés, ya que se espera que el banco central siga subiendo su objetivo hasta 11.50% en el 2023.