La posibilidad de que Tesla, de Elon Musk, instale una planta de vehículos eléctricos en el estado de Nuevo León supone para México la oportunidad de convertirse en un punto de referencia en la relocalización de las cadenas de suministro (nearshoring), además de aumentar su potencial hacia la electrificación y detonar el desarrollo de otras industrias.
A finales de octubre del año pasado surgieron rumores de que el multimillonario empresario podría estar interesado en invertir en el país, concretamente en el estado norteño, luego de que se filtró una supuesta reunión entre Musk, el gobernador Samuel García y Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México.
Si bien no se ha confirmado aún la instalación de la planta de Tesla en el país, México se ha convertido en un referente al ofrecer mejores tasas comparativas a menores costos, una cualidad que en los últimos 30 años ha concentrado China, aseguró a EL CEO Roberto Durán Fernández, profesor investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Este escenario de concentración en el país asiático, dijo el especialista, ha afectado a México al menos en las dos últimas décadas, pues no ha sido fácil competir con los costos tan bajos que tiene la nación oriental.
Sin embargo, la pandemia y sus efectos abren la posibilidad de que eso cambie y favorezca a México.
La visita de Joe Biden, presidente de Estados Unidos y Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, en el marco de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, revela la prioridad de ambas naciones en el desarrollo de semiconductores.
Lo anterior supone la coordinación de la cadena de suministro y las oportunidades de inversión.
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México, referencia clave en nearshoring
Las cadenas de suministro son un tema de preocupación para Estados Unidos desde hace poco más de un lustro, incluso a nivel de seguridad.
Por ello, la relocalización debe considerar no solo los costos, sino también la seguridad y dónde son más resilientes.
México es uno de los pocos países en el mundo que tiene esa capacidad. Al final somos un oasis: una economía relativamente saludable, una población con un capital humano alto, condiciones de infraestructura muy favorables comparada con otros países emergentes y la estructura legal del T-MEC
aseveró Durán Fernández.
El momento en el que se da el rumor, asegura el académico, revela que una empresa del tamaño de Tesla no puede darse el lujo de instalarse en Asia, pues no puede arriesgarse a tener centros de producción a tanta distancia de los centros de consumo ni exponerse a eventuales problemas en el suministro.
De instalar su planta en Nuevo León, la empresa impulsaría aún más la cadena de suministro en un estado en donde ya tienen presencia firmas como KIA, por lo que proveedores de la zona, integrados a la cadena de Norteamérica, verán en Tesla un potencial de incremento a sus negocios, comentó Armando Soto, presidente y CEO de Kaso y Asociados.
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En camino hacia la electrificación
Soto señaló que si bien la tendencia de electrificación va ganando, dadas las señales que manda la industria, los vehículos eléctricos aún son más costosos que los de combustión interna, por lo que sería ideal que en México se impulsaran mecanismos como el arrendamiento para que sean más accesibles.
Este esquema de renta es incipiente en México, pero ya es un modelo probado en Estados Unidos, donde representa un alto porcentaje de las ventas totales de de vehículos desde hace varios años.
Definitivamente, para que eso suceda en México, tenemos que trabajar en nuestras instituciones. Primero, para poder garantizar que ante una falta de pago, la planta, marca o financiera pueda recuperar esa unidad y, segundo, crear un mercado secundario de vehículos seminuevos que esté formalmente regulado
dijo el CEO de Kaso y Asociados.
Por su parte, el académico del Tec de Monterrey sugiere que la presencia de Tesla en México no solo es un espaldarazo a las cadenas de valor, sino también una posibilidad de transitar hacia la electrificación.
Al respecto dijo que el conocimiento y el capital humano de México para armar autos supondría para Tesla una ventaja que, si sabe aprovechar, podría incluso apalancar líneas de producción de autos eléctricos.
Poner la mira en México no es coyuntural sino estructural, aseveró, pues dado el cambio total de las cadenas de valor, se refleja que los jugadores de la industria están dejando de ver a Asia para voltear hacia el continente americano.
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Desarrollo, impacto de alcance
En Nuevo León, en el municipio de Pesquería, KIA instaló una planta automotriz hace unos años, lo que trajo desarrollo a la zona y sus alrededores, algo que podría replicarse con Tesla de instalarse en el estado norteño, aunque no hay pistas del municipio en que se edificaría.
Armando Soto señaló que con una planta de Tesla se va a impulsar el desarrollo de varios sectores, como la creación de vivienda y servicios que a su vez impulsarán el crecimiento de los servicios telefónicos, luz, conectividad, cadenas de supermercados, entre otros.
“En general es un beneficio a la zona donde se instale y a los alrededores, por todos los impactos directos e indirectos que tiene este nuevo desarrollo: se genera empleo, desarrollos inmobiliarios, cadenas de supermercados y servicios asociados”, agregó el presidente de Kaso y Asociados.
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