Los principales indicadores de la economía mexicana comenzaron el último trimestre del 2022 con el pie derecho: consumo e inversión.

Ambas variables registraron crecimientos durante octubre pasado, balanceando los riesgos que existen para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional en el cuarto trimestre del año pasado.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) aumentó 0.21% en el décimo mes del 2022, respecto a septiembre.

 

Consumo privado

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Esta variación representó el cuarto incremento consecutivo para el consumo privado, indicador que aporta más de 65% del PIB mexicano.

Además, apaciguó otro mes más los efectos adversos sobre el poder de compra de las familias que traen consigo la elevada inflación y el ciclo alcista de la tasa de interés.

En tanto, la Inversión Fija Bruta (IFB) aumentó 1.36% a tasa mensual, tras caer 0.70% en el mes previo, producto del ascenso de 2.04% de la construcción, sector incentivado por el crecimiento en la ejecución de proyectos industriales, comerciales y de servicios.

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Para Monex, la inversión sigue siendo la variable clave para el crecimiento en plazos mayores a un año, cuya alza acumulada en los meses hasta ahora registrados del 2022 es significativa (5.25%).

Aunque queda la duda de si el desempeño podrá repetirse este año una vez agotada la inercia del rebote por la reapertura de la economía y en medio de un ambiente más complicado para los capitales por la posible recesión en economías avanzadas

advirtió el grupo financiero.

Erosión del poder adquisitivo

Del lado del consumo, Ve por Más (Bx+) proyecta que la inflación se desacelere más en el 2023, aunque permanecerá elevada por un tiempo considerable, erosionando el poder adquisitivo de los hogares.

Lo anterior, añadió, provocaría incrementos adicionales en las tasas de interés y en el costo del financiamiento.

Bx+ señala que el menor dinamismo económico esperado para el próximo año en México y Estados Unidos ralentizaría la generación de empleos y el envío de remesas, respectivamente, además de impactar la confianza de los hogares, lo que tiende a reflejarse más en el consumo discrecional.

Contracción en noviembre

La inversión y el consumo privado balancearon los riesgos para el PIB nacional en el último trimestre del año, recordando que la economía mexicana se estancó en octubre y que se espera una pequeña contracción durante noviembre.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica del Inegi reveló que la economía mexicana caería 0.10% a tasa mensual en noviembre del 2022, tras cuatro meses consecutivos con alzas.

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Este descenso rompe las expectativas de los mercados, las cuales preveían dinamismo económico en noviembre, considerando, según Banorte, una moderación en la inflación, fechas importantes como Día de Muertos, el puente por el aniversario de la Revolución, así como el impulso de El Buen Fin y de la Copa del Mundo.