En menos de tres años, dos figuras del sector inmobiliario han dado dolores de cabeza al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por la evasión de impuestos.

Primero fueron las Sociedades Inmobiliarias de Bienes Raíces (Sibras), que fueron eliminadas en 2016 y ahora serán los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras), ya que Hacienda propone su desaparición.

Las Sibras fueron utilizadas para diferir el pago de impuestos, e incluso se detectó que dicha figura sirvió para enajenar bienes inmuebles sin el pago del gravamen y generar pérdidas deducibles para efectos del ISR, escribió en una columna Ernest Haiat, quien en su momento fue secretario de la Comisión Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.

Ahora, la Secretaría de Hacienda propone la eliminación de las Fibras privadas en México, argumenta que no contribuyen a la promoción del mercado inmobiliario, sino a planeaciones para diferir el pago del impuesto; además de que carecen de la claridad necesaria al momento de realizar actos de fiscalización, de acuerdo con la Iniciativa de Decreto para reformar la Ley del ISR, que forma parte del Paquete Económico 2020.

Las razones de por qué  las Fibras privadas en México no tuvieron mucho resultado es porque cumplir su conformación era casi imposible y, aparentemente, se prestó a esquemas simulación fiscales

dijo Ramiro González Luna, abogado fiscalista del despacho González Luna, Moreno y Armida.

Algunos de los requisitos para crear una Fibra privada eran tener al menos 10 integrantes no relacionados entre sí, sin que ninguno mantenga en lo individual más de 20% de certificados emitidos y con la obligación de efectuar distribuciones a los tenedores una vez al año, equivalente a un mínimo de 95% del resultado fiscal.

El rumbo que puedan tomar las Fibras privadas apunta más a su desaparición que a volverse públicas.

“No creo que ninguna de las Fibras privadas se vaya a volver pública. Si hablamos que, aparentemente las ocupaban para hacer simulaciones fiscales no tienen el tamaño o capacidad para hacerse públicas y desaparecerán”, dijo González Luna.

Fibra Bien, ubicada en Puebla, se denomina como asesor de activos y dice tener un fondo de capital privado que invierte en inmuebles de inquilino único.

“Hacernos llamar Fibra habla más de lo que queremos ser que de lo que somos actualmente. Si hubiera sido más fácil estructurar una Fibra privada lo hubiéramos hecho, pero después de ver temas legales tomamos otra forma (de ser asesores de activos)” dijo Guillermo Anaya, director general de la empresa.

Las fibras privadas que decidan tomar otra forma -como un fondo de capital privado- perderán el gran atractivo de estar exentos del pago de ISR.

Si las autoridades detectaron que la figura de Fibras privadas era utilizada para evadir el ISR está bien que desaparezcan, aunque la pregunta será ¿qué habrá en sustitución? O ¿solo las van a prohibir? Ojalá se abran nuevos canales para generar más inversión en el sector inmobilario

dijo Guillermo Anaya, director general de Fibra Bien

Al igual que pasó con la desaparición de las Sibras, Hacienda propuso establecer una disposición para que, en dos años contados a partir de la reforma propuesta, se pague el ISR causado por la ganancia obtenida en la enajenación de los bienes realizada al fideicomiso.

Las Sibras fueron sociedades inversión inmobiliaria que buscaban atraer inversionistas al sector. Para ello, se ofrecían beneficios fiscales que pudieran diferirse hasta que el accionista enajenara los títulos de la sociedad, o cuando la Sibra enajenara el inmueble aportado, y liberar a la sociedad de la obligación de hacer pagos provisionales del ISR, de acuerdo con Haiat.