Un traficante de drogas irlandés perdió el acceso a una fortuna de 60 millones de dólares en bitcoins después de que su arrendatario tiró a la basura las contraseñas de acceso.

En 2017, Clifton Collins, un cultivador de marihuana que residía en Farnaught, Cornamona, en el condado de Galway, fue detenido y sentenciado a cinco años de prisión luego de que la policía encontró cannabis en su vehículo con un valor superior a los 2,000 dólares.

La orden judicial obligó al arrendatario de la casa que rentaba a llevar las pertenencias de Collins a un vertedero de basura. Sin embargo, nadie sospechó que entre sus cosas se encontraban los códigos de acceso a sus cuentas, que imprimió y escondió en la tapa de aluminio de un estuche de cañas de pescar.

Collins compró la mayoría de las criptomonedas entre 2011 y 2012 con el dinero que generó del cultivo de marihuana, antes del repunte del valor del bitcoin. Cinco años después, ya poseía 6,000 bitcoins en una sola cuenta, por lo que decidió distribuirlos en 12 cuentas distintas para protegerlos contra hackers, de acuerdo con The Irish Times.

La Oficina de Activos Criminales (CAB, por sus siglas en inglés) incautó los 60 millones de dólares, pues estaban relacionados con la actividad delictiva de Collins, sin embargo, no han podido acceder a las criptomonedas.

Durante los últimos años, en casi todas las incautaciones de criptomonedas en Europa y Estados Unidos, las autoridades han subastado las monedas digitales rápidamente. 

Desde 2014, el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos ha vendido más de 4,000 bitcoins confiscados, mientras que la Eastern Region Special Operations Unit de Londres ha incautado criptomonedas valuadas en 300,000 dólares procedentes de ingresos ilegales.