Este lunes inicia el proceso mediante el cual la justicia británica examinará la solicitud de extradición de Julian Assange a Estados Unidos respecto a la filtración de información a través de la plataforma WikiLeaks.

Así, esta mañana Assange compareció ante un tribunal británico ante la jueza Vanessa Baraitse.

Jennifer Robinson, abogada de Assange, señaló que su caso podría conducir a la criminalización de actividades cruciales para los periodistas de investigación y que su trabajo ha proporcionado revelaciones sin precedentes sobre la forma en que Estados Unidos llevó a cabo sus guerras en Irak y Afganistán.

“Estamos hablando de asesinato colateral, pruebas de crímenes de guerra”, dijo. “Son un recurso extraordinario para aquellos de nosotros que buscamos hacer que los Gobiernos rindan cuentas de los abusos”.

Si fuera declarado culpable de espionaje, podría ser condenado a 175 años de prisión debido a la filtración de medio millón de documentos estadounidenses sobre las guerras de Irak y Afganistán que revelaron muertes de civiles, actos de tortura y operaciones militares clandestinas

El gobierno de Estados Unidos y sus aliados lo acusan de haber puesto vidas en peligro al compartir información sobre fuentes, técnicas de inteligencia y la localización de infraestructuras clave.

Desde abril de 2019, Julian Assange está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, desde que fue expulsado de la embajada de Ecuador.

Su equipo ha lanzado varias advertencias sobre su salud y un experto independiente de Naciones Unidas afirmó en noviembre que si continuaba detenido, su vida podría correr peligro.

Por su parte, el Consejo de Europa apuntó la semana pasada que la extradición de Assange tendría un efecto muy negativo en la libertad de prensa.

Assange creó WikiLeaks en 2006 con un grupo de activistas y expertos en informática para aportar un entorno seguro a los informadores y filtraron más de 90,000 documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre la guerra de Afganistán, 400,000 del conflicto en Irak y unos 250,000 cables diplomáticos que afectaban a casi todos los países del mundo.

En un primer momento, Assange contó con el apoyo de grupos de defensa de los derechos humanos y de los periódicos que trabajaron con él para editar y publicar las filtraciones.

Con información de Reuters y AFP