Los smartphones, wearables (pulseras que miden los pasos) y aplicaciones móviles podrían representar un elemento clave para iniciar un mejor registro sobre el estado de salud de los mexicano, ya que actualmente el país carece de un expediente clínico digital y universal que albergue este tipo de información.

La importancia de estos dispositivos y aplicaciones es la capacidad que tienen de recolectar información relevante sobre el estado de salud de los usuarios y también para comunicarlos, dijo Samuel Bautista Mora, Coordinador de Análisis de The Competitive Intelligence Unit (CIU). 

A través de servicios de monitoreo remoto de pacientes se promueve el cumplimiento de la medicación y se pueden realizar llamadas de emergencia y rastreo GPS en vivo para persona de la tercera edad y enfermas, asegura. 

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Así, mientras los rastreadores portátiles tienen el potencial de mejorar el control de enfermedades como cáncer, diabetes e hipertensión; los relojes inteligentes y otros dispositivos portátiles no son solo para la moda y el fitness, puesto que tienen gran potencial de ser auxiliares de la atención médica.

Dispositivos y apps, fuente de información médica

En el análisis de la Hoja de Ruta para la Inclusión Digital Post-COVID19 realizado por The CIU, el analista señaló que si se cuenta con sistemas interoperables que permitan enviar información que dispositivos como los wearables generan, habrá una ‘fuente inmensa’ para los sistemas de salud y los subsistemas mismos.

CIU calcula que actualmente hay alrededor de 9.4 millones de usuarios de smartwatches en México, que equivale al 9.1% de la población mayor a 12 años, una penetración que si bien no es tan alta todavía, son un buen aliado de la salud.

Sería fundamental tener estos dispositivos y apps móviles como parte de nuestro sistema de salud; la presencia que tienen en el cotidiano de los usuarios son clave para consolidar políticas de un sistema de expediente clínico electrónico

Samuel Bautista Mora, coordinador de Análisis de The CIU

Lo que falta

El especialista recordó el proyecto de Norma Oficial Mexicana (NOM) PROY-NOM-241-SSA1-2018 sobre las buenas prácticas de fabricación de dispositivos médicos, la cual refiere la instalación de actualizaciones de software y hardware como proveedores de información médica, pero que solo se quedó en propuesta. 

En ese sentido, Bautista Mora señaló que se debe aludir a la creación de esta NOM, y tal vez hacerla más específica dado que todavía es un reto para que un eventual sistema de expedientes pueda tener información del estado de salud de otras fuentes como los smartphones, wearables  y apps.

El software, en su opinión, puede ser útil para detonar una plataforma interoperable de los dispositivos existentes, pero sin dejar de lado la brecha de conectividad que aún existe en el país, aunque considera que proyectos como la Red Compartida pueden apalancar la problemática.