La compañía de implantes cerebrales Neuralink, de Elon Musk, informó que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) la autorizó para iniciar ensayos clínicos en humanos.
El anuncio representa un hito para la compañía luego de diversos intentos para lograr obtener la aprobación del organismo regulatorio.
Aunque no abundó en detalles, la firma aseguró que el visto bueno por parte de la FDA representa el primer paso para que su desarrollo tecnológico sirva de ayuda para muchas personas en un futuro.
We are excited to share that we have received the FDA’s approval to launch our first-in-human clinical study!
This is the result of incredible work by the Neuralink team in close collaboration with the FDA and represents an important first step that will one day allow our…
— Neuralink (@neuralink) May 25, 2023
De acuerdo con Musk, los implantes cerebrales en los que han estado trabajando en Neuralink serán útiles para curar diversas afecciones como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia.
El también dueño de Tesla y Twitter, también destacó el uso que se le puede dar para navegar en la web y la telepatía.
Tras lograr la aprobación, el magnate realizó una publicación en su cuenta de Twitter felicitando al equipo de la firma con sede en San Francisco.
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Camino para la aprobación
Desde 2019, Musk había predicho en al menos cuatro ocasiones que la compañía comenzaría pruebas en humanos, sin embargo, la primera solicitud de aprobación de la FDA llegó recién el año pasado y fue rechazada, indicaron fuentes a Reuters en marzo.
La dependencia estadounidense argumentó la existencia de problemáticas que debían ser solucionadas previo a las pruebas en humanos, entre ellas, la batería de litio del dispositivo, la posibilidad de que los cables del implante migraran dentro del cerebro y el desafío de extraer el dispositivo de manera segura sin dañar el tejido cerebral.
En mayo, los legisladores instaron a los reguladores para investigar sobre las pruebas de la compañía en animales.
La Oficina del Inspector General del Departamento de Agricultura de Estados Unidos también está indagando sobre posibles violaciones al bienestar animal.
Por separado, el Departamento de Transporte investiga si la firma fundada en 2016 trasladó ilegalmente patógenos peligrosos en chips extraídos de cerebros de monos sin las medidas adecuadas.
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Con información de Reuters
