Por: Marisol Morelos y Andrea Villar

Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google son lo que son gracias a un paso importante que les permitió consolidar su modelo de negocio y escalarlo: salir a bolsa.

Llevar a cabo una Oferta Pública Inicial (OPI) en Estados Unidos es un proceso que casi todas las compañías consideran desde su fundación. La firma de asesoramiento de inversión Trust Capital Group resalta los beneficios, que van desde el acceso a capital para crecer la compañía, liquidez o alcanzar el máximo valor del negocio.

¿Pero cuántas de las startups de tecnología basadas en México han seguido estos pasos?

Ninguna. Aunque sí existen un par de compañías con mayor potencial y que a la fecha han levantado rondas de inversión significativas, como Clip, Kubo Financiero, Kueski, Konfío, Cornershop y Prestadero. 

Hace algunos días, la Secretaría de Hacienda (SHCP), el Banco de México (Banxico), la Asociación de Bancos de México (ABM) y el gobierno federal anunciaron el Programa de Impulso al Sector Financiero, el cual dentro de sus objetivos promueve las salidas a bolsa.

El proyecto estipula que en las OPI se otorgue una tasa equivalente al 10% del Impuesto sobre la Renta (ISR) sobre la ganancia en la enajenación, desde el 30% que manejaba el sector. 

Consideramos que estas medidas son positivas e incentivarán que más empresas recurran al mercado de valores para obtener financiamiento. Todo ello sin generar un costo fiscal significativo y corrigiendo una situación de trato desigual para los inversionistas extranjeros, favoreciendo su inversión en los mercados bursátiles mexicanos .

Grupo BBVA Research México

Pero en el sector emprendedor la medida está dividiendo opiniones; los especialistas consideran que primero hay otras barreras que deben romper y que por el momento no hacen del todo sexy sus potenciales salidas al mercado público.

Fernando Lelo de Larrea, socio fundador del fondo de inversión ALLVP, consideró que la iniciativa no hace más fácil para las startups debutar en bolsa, sin embargo sí más atractivo.

“Como se vuelve una opción con un fuerte beneficio, los obstáculos valen más la pena tratar de pasarlos”, señaló el inversionista.

Pero la iniciativa continuará siendo excluyente.

Juan Luis Hernández Conde, abogado y socio fundador del despacho especializado en empresas de tecnología Novus Concilium, planteó que realmente el estímulo no es para todas las startups.

Éstas deben recordar que salir a bolsa no es fácil. Es un proceso que requiere que les exige alcanzar madurez para poder ofrecer buenos rendimientos a los inversionistas.

El beneficio, opinó Lelo de Larrea, sólo podrá ser aprovechado por los más grandes dentro del ecosistema emprendedor, es decir, las empresas que ya generan ganancias y ahora solo tienen dos opciones para continuar con su crecimiento: venderse a un institucional o financiero o debutar en bolsa.

“Las que ya triunfaron ahora tienen una opción de salida con una tasa impositiva más benéfica. Los inversionistas buscaremos más esas salidas”, agregó el fundador de ALLVP.

Hernández Conde coincidió en el impacto indirecto hacia las startups. El letrado consideró que esto promueve la inversión de capital de riesgo en startups, debido a que ahora saltar al mercado público se vuelve más atractivo como otra vía de retorno de inversión.

¿Podría darse una burbuja de las ‘dotcom’ mexicanas?

Las barreras para las startups seguirán siendo las que hoy no permiten que más empresas registren salidas a bolsa, pero existe una razón: prevenir una burbuja como la de las ‘dotcom’.

El proceso previo a realizar una OPI implica cumplir con una serie de requisitos regulados por la Ley del Mercado de Valores, que a su vez se traduce en altos costos para los emprendedores.

Van a necesitar un nivel de gobierno corporativo adecuado y mucho más preciso que al que muchas veces tienen al ser empresas privadas. Esto va a implicar gasto del cumplimiento regulatorio, mucho mayor al que generalmente no está reservado para startups que están empezando con dos o tres años de operación

Juan Luis Conde, abogado y socio fundador de Novus Concilium

El salir a bolsa, de acuerdo con el jurista, es algo que no debe estar disponible para empresas que no tienen la madurez suficiente en sus productos o modelos de negocio.

Esto para prevenir que pueda suscitarse otro fenómeno como la burbuja dotcom en Estados Unidos a principios de los 2000, cuando empresas estadounidenses con tres o cuatro meses de haber sido fundadas comenzaron a cotizar en bolsa. Algunas, en vez de apoyarse en capital de riesgo, salieron directo al mercado bursátil.

 

“Afectaron al gran público inversionista, que es el que busca invertir en las bolsas de valores. Pese a que es muy positivo que el gobierno otorgue estos estímulos, creo que también es importante recordar que para salir a bolsa requiere que las empresas tengan una madurez suficiente para dar retornos con dividendos interesantes para los mercados públicos”, agregó Hernández Conde.

La burbuja ‘dotcom’, según el especialista, se dio en el entorno de una ley que era bastante parecida a la de México. Por lo que la regulación no excluye que puedan existir fallas o “burbujas”.

Contrario a lo que opina Lelo de Larrea, quien aseguró que, si bien el beneficio de la baja del impuesto hará más atractivo un debut en bolsa, una vez que la empresa esté listada no distorsionará su comportamiento.

“No infla la valuación, lo que hay es un incentivo para usar ese camino. Ante condiciones iguales, prefieres el camino del mercado público”, afirmó el inversionista.

Lelo también destaca que el estímulo solo permitirá que las empresas maduren de forma correcta y que tengan la responsabilidad para cotizar una vez que sus modelos de negocios se encuentren sanos y maduros.

La paciencia lo es todo

Artificial Nerds es una startup mexicana de Inteligencia Artificial que desde 2017 desarrolla asistentes virtuales para la venta de servicios o productos en línea.  

El año pasado, la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la información (CANIETI) la eligió como la startup del año por crear al primer vendedor virtual, Botlers.

El director, Alejandro García, comentó que el anuncio de los incentivos para llevar a cabo una OPI fue buena sorpresa porque cambió su visión al frente de la empresa.

“El año pasado no tenía contemplado salir a bolsa porque al tener una empresa visualizas muy lejano ese punto: hay muchas barreras, incertidumbre y muchos costos que pagar. El reto es muy difícil, pero con este incentivo cambia por completo”, agregó.

Sin embargo, el emprendedor considera que se requiere un amplio conocimiento sobre el tema. Se refiere a que es necesario que la compañía tenga una área especializada en poder gestionar estos procesos porque “existe un gran desconocimiento”.

García sugirió que Banxico o Hacienda lleven a cabo una selección inicial de startups para llevarlas de la mano y lograr que su salida a bolsa sea exitosa.

“El año pasado no hubo empresas mexicanas en la bolsa; es un tema muy alejado de la realidad. Una firma mexicana, por como están las estadísticas, no tiene en su visión llegar a bolsa o abrir la empresa al público”, resaltó García.