La suspensión a la cuenta de Donald Trump en Twitter y el bloqueo de grandes tecnológicas a Parler abrió el espacio para que Gab capitalice a los usuarios que abandonan esas redes sociales. 

Gab es una plataforma que surgió como alternativa a Twitter y está poblada mayoritariamente por usuarios ultraconservadores. Registra entre “600,000 y 700,000” nuevas personas al día, según cifras de Andrew Torba, CEO de esa red creada en 2016.

 Este 12 de enero, la compañía presumió en su perfil de Twitter el registro de 45.58 millones de visitas.

Hasta abril de 2020, el sitio tenía más de 1.1 millones de nuevas cuentas registradas acumuladas y 3.7 millones de visitantes mensuales en todo el mundo, según Fox Business. 

El auge de esta plataforma se da días después de que Google, Amazon y Apple decidieron eliminar a Parler de sus motores de búsqueda, argumentando que sus usuarios incitan al odio, luego del asalto al Capitolio del 6 de enero por seguidores de Donald Trump. 

Pero Gab podría enfrentar de nuevo una suspensión. En 2018 se vio obligado a desconectarse después del tiroteo masivo de 2018 en una sinagoga en Pittsburgh, pero fue solo temporal. 

En aquella ocasión se reveló que Robert Bowers había estado publicando contenido violento y antisemita en la plataforma, y la revelación resultó en que PayPal, GoDaddy y Medium prohibieran a Gab en sus servicios. 

Cuando inició operaciones, Gab describió a su audiencia potencial como “los cerca de 50 millones de usuarios conservadores, liberales, nacionalistas y populistas que buscan plataformas alternativas como Breirbat.com, DrudgeReport.com, Infowars.com y otras”, según Business Insider. 

Sin embargo, las expectativas fueron altas y solo capitalizaron cerca de 400,000 usuarios en los primeros dos años en el mercado. 

Entre el contenido que se halla en las publicaciones figuran mensajes neonazis y raciales, principalmente. 

Y mientras los usuarios que se mudan a esta plataforma, otras que tienen el mismo público meta están bajo el escrutinio de grandes tecnológicas, pero para mantenerse en el mercado probablemente deban adaptarse a los nuevos términos dictados por los gigantes de internet.

Con información de AFP y Reuters