La Ciudad de México tiene un reto legislativo que lleva cuatro años en la congeladora: determinar el marco legal para la operación de camiones gastronómicos, mejor conocidos como food trucks.

Los esfuerzos de parte de quienes tienen este tipo de negocios en la capital del país no es nueva.

En 2015, la Asociación Food Trucks DF solicitó a la ahora extinta Asamblea Legislativa del Distrito Federal que se establecieran reglas claras para su operación. Sin embargo, la discusión no prosperó.

“El PRI estaba en la presidencia y la bancada repartida, entonces no nos hicieron caso”, dice en entrevista Fernando Reyes Lomelí, presidente de la asociación.

Por ello, el sector cuenta que en esta ocasión, la mayoría de Morena en el Congreso local permita que esta iniciativa avance y se concrete. El partido cuenta actualmente con la mayoría legislativa, al tener 37 de los 66 escaños del órgano legislativo de la capital del país.

La iniciativa que se presentará en esta ocasión, impulsada por la diputada Circe Camacho, del Partido del Trabajo -aliado de Morena-, busca definir los espacios públicos donde este tipo de negocios puedan operar, homologar una cuota, garantizar la seguridad de los camiones y establecer las reglas del juego.

“Es para evadir la corrupción; ahorita no hay un cobro como tal (para operar). Se ve con las alcaldías; hay a quienes les cobran una cantidad y a otros, otra. Según el sapo es la pedrada”, dice Reyes Lomelí.

Actualmente, la iniciativa se encuentra en fase de preparativos, por lo que se organizan foros y sesiones de parlamento abierto para construirla de la mejor manera. La primera de estas se realizó el lunes.

Food trucks: en el limbo legal

Actualmente, los food trucks se encuentran en un limbo legal que los deja vulnerables a abusos de las autoridades y evita que todos los operadores cumplan con las mismas normas de seguridad y de urbanidad, asegura Reyes Lomelí a EL CEO.

En 2010, este empresario se convirtió en uno de los primeros operadores de este tipo de negocios en el país y en la Ciudad de México.

En ese entonces, no se entendía cómo debían funcionar los food trucks o quién debía regularlos, lo que originó huecos legales que hasta ahora no se han subsanado, comentó este lunes en el foro ‘Vehículos gastronómicos’, realizado por el legislativo local.

Entre los problemas más urgentes que detecta el sector destacan la falta de medidas de seguridad apropiadas en este tipo de vehículos, especialmente en los relacionados al gas en la cocina móvil.

“Como no está regulado, la gente primero compra y luego investiga. Se podría comprar un microbús, ponerle un comal y decir que es food truck”, dice.

De la misma manera, no se exige que estén avalados por las instancias de sanidad locales. Esto ocasiona que pocos camiones cuenten con certificaciones sobre la preparación de alimentos.

La Asociación Food Trucks DF reparte a 80 agremiados, que suman cerca de 200 vehículos gastronómicos, manuales de operación y de lineamientos de seguridad. Sin embargo, al no ser medidas de cumplimiento obligatorio, pocos se atienen a ellas, comenta Reyes.

Se estima que en la Ciudad de México hay alrededor de 400 food trucks.

Parques privados y eventos, alternativa para trabajar

En este contexto, trabajar en parques privados y eventos se ha vuelto una opción cada vez más popular para operadores de food trucks.

Silvia compró el suyo hace poco menos de un año, luego de perder su empleo.

Junto a  su pareja, trabaja en el vehículo gastronómico cuando hay eventos locales o se abre espacio en alguno de los parques privados de las alcaldías Benito Juárez o Coyoacán, principalmente. De momento, dice, no tiene interés en llevar su negocio a las calles.

Los parques privados donde operan muchos food trucks son propiedad privada, por lo que las alcaldías no pueden intervenir ni solicitar cuotas.

La iniciativa de ley que se presentará busca regularlos también, aunque no de forma prioritaria.

En el caso de los eventos masivos, donde cada vez es más fácil ver camiones con alimentos, es frecuente que las compañías exijan certificaciones de higiene y calidad de los alimentos por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), dice Reyes.

De igual manera, es necesario contar con facturas y cubrir requisitos básicos de protección civil.

“La tendencia es esa y es lo que queremos (con la iniciativa de ley): tener una mejor imagen e higiene de los alimentos”, comenta.

Giro como establecimiento comercial

El sector de vehículos gastronómicos pelea por un marco legal, fiscal, laboral, administrativo y económico acorde con sus necesidades porque no quieren que las autoridades sigan pensando en ellos como “un puesto de comida con ruedas”.

Por ello, pretenden que la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) sea quien los regule en el futuro.

“Sedeco son los que entrarían ahí. Entran varias dependencias porque al ser un camión interviene la Secretaría de Movilidad (Semovi) y por vender alimentos, Salud, pero se está buscando que se nos considere como un giro mecantil”, dijo Reyes.

De esta manera, quienes impulsan la ley esperan que todas las unidades cumplan con los requisitos de protección civil, salubridad y requisitos fiscales para poder ir a las alcaldías y pedir permisos sin que se cobren cuotas dispares.

“Una vez que la iniciativa ya sea ley, las delegaciones van a tener que tener apertura en ese tema”.

Sobre los lugares donde podrían trabajar, el sector de food trucks en la Ciudad de México espera que se busquen calles o avenidas secundarias que reduzcan su impacto ambiental y se establezcan horarios para su operación, a fin de no afectar a los vecinos.

Sin embargo, saben que no se ha dicho la última palabra en el tema y esperan que con la iniciativa del PT y la fuerza de Morena, la petición que tienen desde hace cuatro años sea por fin una realidad.