A Jorge Alberto Mendoza Sánchez le tocó sortear cambios en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mientras trabajaba como director general adjunto de captación.
Entre 2010 y 2016 tuvo tres jefes de dos administraciones distintas. El primero que lo recibió en la administración pública federal fue el panista Ernesto Cordero, titular de la dependencia durante la presidencia de Felipe Calderón.
El segundo -todavía en el gobierno blanquiazul- fue José Antonio Meade Kuribreña, y el tercero, ya en tiempos del priísta Enrique Peña Nieto, fue Luis Videgaray Caso.
A Mendoza Sánchez no le tocó ver el regreso a Hacienda de Meade Kuribreña, quien se desempeñó como canciller y secretario de Desarrollo Social en el gabinete de Peña Nieto. Casi un mes antes de que eso sucediera dejó su cargo para integrarse como director financiero en la Comisión Federal de Electricidad, donde permaneció hasta el 30 de noviembre pasado.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia el 1 de diciembre, la suerte de Mendoza Sánchez fue distinta a las de casi todos los funcionarios de alto nivel y personal de confianza de la administración pasada: en lugar de salir del gobierno federal, se convirtió en la cabeza del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), y con ello en un interlocutor importante entre el gobierno federal y los desarrolladores de infraestructura.
Su desempeño en la CFE
Jorge Mendoza Sánchez llegó a la Comisión Federal de Electricidad en agosto de 2016 como sucesor de Jaime Hernández en la dirección de Finanzas de la empresa.
Hernández sustituyó a Enrique Ochoa Reza en la dirección general de la CFE, luego de que este dejara el cargo para ocupar la presidencia nacional del PRI.
Durante su nombramiento al frente de la empresa eléctrica se le instruyó continuar con la implementación de la Reforma Energética, aprobada en 2013, y seguir adelante con la reestructuración de la firma para volverla más competitiva, de acuerdo con un comunicado emitido en ese entonces por la presidencia de México.
Mendoza Sánchez y Jaime Hernández coincidieron años antes, cuando ambos trabajaban como directores generales en la SHCP.
Durante su encargo como director financiero de la CFE, Mendoza consiguió colocar la Fibra E, que levantó 16,400 millones de pesos en febrero del año pasado.
La CFE informó en su momento que para esta puja participaron inversionistas institucionales, banca privada y fondos de inversión en México, Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa. Hubo una demanda superior a los 25,000 millones de pesos.
Pese a estos resultados, el nuevo director de la CFE, Manuel Bartlett, ha dicho que la situación financiera de la empresa es crítica, pues tiene altos niveles de endeudamiento.
Relaciones de poder
Más allá de sus resultados en la CFE, destacan los nexos políticos y económicos que tiene Jorge Mendoza Sánchez, de 34 años, porque pertenece a la élite económica y política de Monterrey.
Su padre, Jorge Mendoza Garza, es presidente de Información y Asuntos Públicos de Grupo Salinas, así como integrante del Partido Revolucionario Institucional desde 1972. También ha tenido cargos en el legislativo federal.
Su relación profesional con Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas y uno de los empresarios consentidos del presidente Andrés Manuel López Obrador –y cuyo banco distribuirá las tarjetas de apoyo social del gobierno- data al menos desde 1994, cuando se integró como vicepresidente a la firma.
Desde entonces, Mendoza Garza ha construido una carrera marcada por sus relaciones empresariales y nexos políticos, en línea con los intereses de Salinas Pliego.
Entre 2002 y 2004 presidió la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) y, dos años después, abandonó la televisora para convertirse en senador por lista nacional del PRI. Permaneció en la Cámara Alta durante todo el gobierno de Felipe Calderón, y en 2012 se volvió diputado federal plurinominal.
En su periodo en la Cámara Baja impulsó la reforma en Telecomunicaciones y la Televisión Digital Terrestre. Posteriormente regresó a la presidencia de Información y Asuntos Públicos de Grupo Salinas.
Su más reciente incursión en la política fue como candidato a senador por el PRI en Nuevo León, para el que fue propuesto por los estrategas de José Antonio Meade Kuribreña.
De acuerdo con columnas de opinión, quien hubiera sido el principal cabildero de Salinas Pliego y de Televisión Azteca durante décadas perdió importancia durante esa elección y fue su compañero Esteban Moctezuma Barragán, actual secretario de Educación Pública, quien cobró relevancia dentro del círculo interno del presidente.
Además de las relaciones con Salinas Pliego que tiene su padre, el círculo cercano de Jorge Mendoza Sánchez se destaca por el alto perfil de sus integrantes.
En 2008 se casó con Catalina Hinojosa Martínez, hija de Octavio Hinojosa Alanís, dedicado al desarrollo inmobiliario de San Pedro Garza García.
Entre los invitados a su boda estuvieron Juan Camilo Mouriño -secretario de Gobernación durante la administración de Felipe Calderón, quien falleció meses después en un siniestro aéreo-, el entonces gobernador neoleonense Natividad González Parás, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, según publicaron medios de sociales locales.
Catalina Hinojosa es también sobrina política de Luis González Parás, hermano del entonces gobernador y socio del despacho Santos, Elizondo, Cantú, Rivera, González, de la Garza, Mendoza, SC, que fue señalado por tráfico de influencias en casos de construcción, de acuerdo con la revista Proceso.
Otro de los socios del bufete es Luis Alonzo Mendoza Garza, tío del actual director de Banobras.
Es así como Jorge Mendoza, quien se forjó entre los neoliberales de Hacienda emanados del ITAM, aterriza en el gobierno de la cuarta transformación, en la institución más relevante de la banca de desarrollo: la encargada de financiar la obra pública.