El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en 2023 ‘todo México estará conectado’, aunque, si bien es posible ampliar la cobertura de internet, no toda la población podría acceder a una conexión. 

En el Tercer Informe de Gobierno, el primer mandatario señaló que, a la fecha, más de 85,000 comunidades ‘ya cuentan con conexión a internet’, una cifra que aumentará a 122,000 el próximo año y que en 2023 habrá alcanzado a todo el país. Sin embargo, la promesa del presidente es de cobertura total, mas no de acceso a internet.

 

Cobertura y acceso no son sinónimos

Para empezar, el proyecto de conectividad de la Red Compartida promete alcanzar una cobertura del 92.2% del territorio mexicano en los próximos dos años, un objetivo por el que Altán Redes está desplegando infraestructura terrestre.

Esto significa que, para la fecha de meta, habrá infraestructura suficiente que permita que se puedan ofrecer servicios de internet, para lo cual es necesario que haya oferta y también demanda, es decir, que haya operadores que provean el servicio a través de la red de Altán y, también, usuarios que demanden el servicio.

Sin embargo, hay condiciones como la pobreza, el desconocimiento del uso de internet o la falta de incidencia económica y a nivel de habilidades digitales que inhiben los accesos, es decir, que la gente se conecte, a pesar de que haya redes que lo permitan.

La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020 revela que cerca del 30% de la población de seis años o más no son usuarios de internet. 

Conectividad, ¿para qué?

Uno de los aspectos del que carece ‘Internet para Todos’ es que no se ha definido para qué se debe utilizar el internet, expuso Efrén Páez, analista senior de Digital, Policy & Law.

La estrategia de conectividad, si es que la hay, debería de incidir en la productividad o en la comunicación de las comunidades locales

Esto significa que no solamente se convierta en una herramienta para acceder a entretenimiento o distracción, sino que tenga incidencia en la actividad económica y en una herramienta de productividad, agregó.

El proyecto “Aldeas Inteligentes, Bienestar Sostenible” tiene  la finalidad de que las comunidades alejadas de una conexión accesible cuenten con proyectos productivos y en beneficio a la comunidad identificados por los propios habitantes, “para que estos puedan aprovechar al máximo las bondades y posibilidades de los recursos digitales”.

Actualmente se cuenta con 32 aldeas inteligentes en solo ocho entidades federativas.

Meta sin garantías

Ramiro Tovar Landa, consultor en Regulación Económica y Política de Competencia duda que se alcance la meta del presidente principalmente porque no hay inversión pública ni privada, aunado a que los objetivos de la Estrategia Digital Nacional no corresponden a este objetivo.

Además, no existe una coordinación entre las dependencias públicas para poder facilitar el acceso a internet a quienes más lo necesitan. 

Prueba de ello, es que entre septiembre de 2020 y junio de 2021, se otorgaron 1,000 servicios gratuitos de internet inalámbrico a 372 centros integradores, 64 instituciones educativas, 482 de salud, tres edificios federales, 45 módulos temporales y 34 unidades médicas

No obstante, muchos de los centros e instituciones educativas estuvieron cerrados durante meses para evitar la propagación del COVID-19. 

Esto revela una clara inconsistencia en los recursos y en las dependencias a cargo, que no tienen la prioridad ni presupuestal ni institucional para que esos 40 millones de personas que no tienen internet tengan acceso a banda ancha

dijo Tovar Landa.