¿Recuerdan el esquema financiero mediante el cual el gobierno federal pretende comprar la mayoría de los activos de Iberdrola en México?
Pues resulta que desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció en abril una nueva ‘nacionalización’ de la industria eléctrica, y posteriormente el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, trató de explicar, sin éxito, los detalles de la cuestionada operación, se han tenido que ajustar diversos temas, incluso desde el propio concepto y el papel que jugarán tanto los bancos privados mediante esquemas de financiamiento como también los fondos de pensiones para financiar una operación cercana a los 6,000 millones de dólares, donde lo único certero es que la empresa española debe recibir los recursos en julio y detallar el destino cuando comparta los resultados financieros del segundo trimestre del año.
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Los mayores cambios son en los términos legales del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), administrado por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), donde justo el equipo legal firmó un estricto acuerdo de confidencialidad para salvaguardar el replanteamiento de algunos de los términos que podrían retrasar el cierre de la operación o, en su defecto, los términos en los que se planteó originalmente.
Además, esta situación impide que Hacienda presente ante la comunidad financiera nacional e internacional todos los detalles del esquema financiero de adquisición de los activos de Iberdrola.
Potencial ajuste
Originalmente Grupo México Transporte, de Germán Larrea, tenía un estimado de inversión de 448 millones de dólares para este año, donde la mayor parte de los recursos se enfocarían en los trabajos de mantenimiento de vías y locomotoras, diversos proyectos estratégicos para aumentar su capacidad como equipo y desarrollo de estaciones intermodales. El resto del dinero se utilizaría en proyectos especiales y para elevar la eficiencia de sus operaciones.
Sin embargo, el monto entró en una etapa de revisión por la toma de una parte de las vías de su subsidiaria Ferrosur que hasta donde se sabe sería compensada por el gobierno federal con el pago de derechos de vía y no con dinero en efectivo, y aunque la idea no es cancelar el presupuesto sino dirigirlo cuidadosamente sólo en iniciativas para el crecimiento de la capacidad para responder al crecimiento potencial de transporte de carga, otros temas irremediablemente pasarían a un segundo plano en tiempo y presupuesto.
Educación verde
Desde 2013 la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), que preside Aldimir Torres y dirige Raúl Mendoza, suman 20 talleres impartidos, donde 124 empresas y más de 400 empleados fueron capacitados en Cero Pérdida de Pellets, iniciativa mediante la cual pueden hacer un manejo adecuado de este material y contribuir a la preservación de los ecosistemas.
Así, a las organizaciones que muestran los avances de la disminución de pérdida de pellets a través de métricas, datos y una verificación en sitio reciben un Distintivo Azul y dicho reconocimiento recién fue entregado a DART de México y DART de Tijuana, por mantener su compromiso en la materia y con el medio ambiente.
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