El plan del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, es que Pemex deje de exportar crudo, pero esa posibilidad se ve muy lejana debido a que los ingresos de la empresa por este concepto están en uno de sus niveles más altos, al menos desde 2015.

En el tercer trimestre de 2018, las ventas totales de la empresa productiva del Estado fueron de 439,000 millones, de las cuales 42% provinieron de sus ventas al exterior.

Las exportaciones han cobrado relevancia principalmente por factores externos como la recuperación del precio del crudo que pasó de un promedio de 46 dólares por barril en el tercer trimestre de 2017 a 66 dólares en el mismo periodo de este año, según su último reporte financiero.

De esa forma, pese a que su volumen de exportaciones se mantuvo estable, las ventas al exterior crecieron 63%, un ritmo muy superior al de las ventas nacionales que aumentaron 18%.

El buen desempeño de las ventas al exterior también ayudó a que la petrolera revirtiera sus pérdidas. En el tercer trimestre del año, la empresa logró una utilidad de 26,800 millones de pesos, frente a una pérdida de 101,800 millones en el mismo periodo de 2017. Pero eso no es necesariamente positivo, de acuerdo con analistas.

Hay que tener mucho cuidado con esos números porque parece que se debe a la gestión de Pemex y en realidad es por factores exógenos de mercado

dijo Miriam Grunstein, investigadora del Mexico Center, Rice University.

Las agencias de calificación crediticia también han alertado sobre los riesgos de eliminar las exportaciones de petróleo de Pemex. Moody’s, por ejemplo, advirtió en un reporte que eliminar las exportaciones sería negativo para el perfil crediticio de la empresa pues estaría más expuesta a la volatilidad del tipo de cambio, toda vez que sus ingresos serían en pesos mientras el 87% de su deuda está en dólares y otras monedas.

Caída en producción seguirá en 2019

A pesar de que la empresa recortó sus pérdidas en el periodo julio-septiembre de 2018, está lejos de cantar victoria, pues anticipa que su caída en producción de crudo siga.

En el periodo julio-septiembre, la petrolera registró una producción promedio de 1.8 millones barriles de petróleo diarios. La apuesta del nuevo gobierno es acelerar la producción, pero la previsión es que siga cayendo en 2019, según sus actuales directivos.

Considerando lo que ha pasado en Xanab (un proyecto que se vio invadido por agua) y la tendencia actual de la producción, esperamos que para 2018 cerremos la producción en cerca de 1,830,000 barriles de petróleo al día; y para 2019 lo cerraremos con un promedio de 1,822,000 barriles

dijo Ulises Hernández, director de Recursos, Reserva y Asociaciones de Exploración y Producción en conferencia con analistas.

Hace 14 años, Pemex producía 3 millones 400,000 barriles diarios.

Para revertir el problema, Pemex necesita inversión, dijo Ramsés Pech, consultor del sector energético.

Al 30 de septiembre de 2018, Pemex ejerció inversiones por 150,000 millones de pesos, lo que representa el 73.3% de la inversión programada de 204,600 millones para el año.

El pasado 27 de julio, Andrés Manuel López Obrador dijo que destinaría desde el primer año de su gobierno 75,000 millones de pesos adicionales para explorar y perforar pozos y llevar la producción a 2.5 millones de barriles diarios en dos años.

También propuso 49,000 millones de pesos en dos años para la rehabilitación de las seis refinerías, ya que México consume 800,000 barriles diarios de gasolinas y solo se producen 200,000.

Además, planteó la construcción de una nueva refinería desde 2019 con recursos adicionales por 160,000 millones de pesos en tres años.

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Objetivo de deuda

Pemex reportó que en el tercer trimestre del año su deuda financiera total disminuyó 2.2% en comparación con el cierre de 2017, debido principalmente a la apreciación del peso que impacta positivamente al convertir de dólares a pesos.

El pasado 12 de septiembre, Pemex anunció que espera mejorar su balance financiero para 2018 en comparación con la meta aprobada por el Congreso.

El balance financiero de la empresa al cierre de 2018 se estima en un déficit de 49,400 millones de pesos, lo que representa una mejora respecto al déficit de 79,400 millones aprobado como meta para 2018.

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