En el 2013, un par de meses antes de su detención, Elba Esther Gordillo dijo en una conferencia de prensa: “Me podría ir hoy… me podría ir mañana. Pero me voy a ir cuando los maestros quieran que me vaya. Ni amenazas ni nada me van a intimidar”. Hoy, tras conseguir su libertad, la maestra se lanzó a la lucha por recuperar su dominio sindical y político.

La cárcel parecía el fin del liderazgo que durante décadas construyó la chiapaneca, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari cuando asumió el mando del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) –uno de los más grandes con cerca de 1.6 millones de agremiados– y hasta febrero de 2013 cuando fue detenida en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

“Sigo siendo la presidente del Comité Ejecutivo Nacional, lo que tiene Juan Díaz es la chequera de los maestros, pero lo que tengo yo es el liderazgo de los trabajadores, ¡esa es la diferencia!”, lanzó recientemente en un efusivo discurso durante un mitin con miembros de “Maestros X México”, asociación que busca su regreso. Aquel anuncio fue su grito de guerra para volver.

En época de transición y a casi un mes de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador asuma tareas formalmente, la irrupción de “La Maestra” llama la atención y da cuenta del acomodo político que se vive en el país. La promesa principal del tabasqueño es acabar con la corrupción, pero también anunció su respeto a la democracia sindical por lo que es incierto el futuro de Gordillo.

El intento es recuperar el poder que tenía y en ese sentido yo creo que un sindicalismo bien entendido tiene que tener el respaldo de los trabajadores. Si los trabajadores quieren que después de toda esta etapa de la cárcel y después de lo que hizo Elba Esther al frente del SNTE, si a pesar de todo esto quieren que vuelva a liderar el sindicato creo que eso es lo que debe ocurrir

Eduardo Huchim, analista político

Ante el inminente regreso de Elba Esther Gordillo, el futuro titular de Educación, Esteban Moctezuma, marcó la línea que podría llevar el futuro gobierno en el tema de los sindicatos, ya que dejó claro que no intervendrán en los procesos internos de los gremios. “Ella, según lo manifestó públicamente, fue absuelta, declarada inocente y ahora quiere regresar a su trabajo sindical: está en manos de los trabajadores de la educación”, declaró públicamente.

Huchim recuerda que la figura de la poderosa maestra tiene varios matices negativos por su cercanía con el priismo, partido con el cual ocupó cargos como diputada y senadora, incluso llegó a ser su secretaria general. “Ella es hábil para saber que no puede pelearse con el gobierno, con el presidente de la República, porque ya sabe lo que le pasó en una ocasión con Peña Nieto, aunque las personalidades de López Obrador y Peña Nieto son diferentes, son contrapuestas”.

El experto en sindicalismo mexicano, José Alfonso Bouzas, indica: “El poder de Elba Esther es el poder corporativo expresado en el PRI. Ella era un engrane del PRI, pero ese esquema se está desmoronando desde el momento en que ese partido salió como minoría en las elecciones”.

Para el investigador y académico, la vuelta de “La Maestra” difícilmente traerá cambios democráticos en el SNTE, sobre todo porque su característica principal es el corporativismo.

Se necesita una renovación total. La señora seguramente tiene fuerza para hacer lo que se le dé la gana. Seguramente recuperar formalmente el control, ojalá y los profesores reclamen una votación libre, directa y secreta. Ojalá y hubiera más de una fórmula porque bajo esas condiciones no ganaría Gordillo

José Alfonso Bouzas, experto en sindicalismo

Más manos contra la Reforma Educativa

Un día antes de la detención de Elba Esther Gordillo en Toluca, Estado de México, se promulgó la Reforma Educativa en México, a la cual la lideresa mostró oposición desde su cargo en el SNTE.

La Procuraduría General de la República (PGR), entonces encabezada por Jesús Murillo Karam, la acusó del desvió de 2,000 millones de pesos procedentes de las cuotas que pagaban los agremiados.

“Una relación de tipo confrontativo con López Obrador no la veo en un SNTE encabezado por Elba Esther Gordillo. Hay una coincidencia en lo que se refiere a la Reforma Educativa. Yo tengo una impresión de lo que entiende cada quien con el fin de la reforma es divergente”, explica Huchim.

Mientras que en ese sentido, Bouzas observa que hay una coincidencia en el objetivo, pero las razones son diferentes, mientras que en el gobierno de López Obrador se le observa como una legislación represora contra el magisterio, para Elba Esther Gordillo se trata de un esquema por medio del cual la quitaron de en medio.

La maestra ya dio la primera señal que buscará encumbrarse y recuperar el espacio en la estructura que creó por años y para eso tendrá que lidiar con dos objetivos: Juan Díaz de la Torre y la reforma.

Elba Esther Gordillo está de vuelta y sus enemigos, quienes creyeron que su poder terminaba en la cárcel, deben tener cuidado con el nuevo embate, ya que como una vez dijo la polémica chiapaneca: “quiero morir con un epitafio: aquí yace una guerrera, como una guerrera murió”.

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