Si una firma con al menos 10 años de existencia no tiene la capacidad de cubrir sus costos de servicio de deuda con sus ganancias durante un periodo prolongado es denominada como una empresa zombi, categoría en la que actualmente entrarían Tesla y Netflix.

Las décadas de bajas tasas de interés han llevado a un fuerte aumento en el número de firmas zombis, según un informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI), lo que amenaza potencialmente el crecimiento económico y evita que suban las tasas de interés.

Los menores costos de endeudamiento deberían, en teoría, reducir el número de empresas zombis, que tienden a ser menos productivas que otras compañías, ya que sus gastos por intereses se reducen.

Pero las tasas más bajas también alivian la presión sobre las propias empresas y sus acreedores para limpiar sus balances, señala el informe, y los prestamistas continúan otorgando préstamos evergreen a empresas que tal vez no puedan pagarlos.

“Si este efecto fuera lo suficientemente fuerte como para reducir el crecimiento, podría incluso deprimir aún más las tasas de interés”, concluyeron los autores del estudio del BIS.

También hay una definición más restringida de una firma zombie: una empresa en la se espera que la rentabilidad futura sea baja.

Según ambas medidas, el BIP encontró que la prevalencia de tales compañías había aumentado significativamente desde la década de 1980, y hubo un claro cambio en el comportamiento de los zombis que coincidió con las tasas de interés que empezaron a caer.

Las firmas zombis se endeudaron más y eliminaron menos activos después del 2000, una tendencia que continuó después de la crisis financiera de 2008-2009, cuando los principales bancos centrales del mundo redujeron sus tasas a cero o incluso más.

Según las estimaciones del BIS, la disminución de 10% en las tasas de interés nominales desde mediados de los 80 podría representar alrededor del 17% de un aumento de seis veces en el número de compañías zombies.

El informe del BIS concluyó que las firmas zombis resaltan un intercambio difícil para la política del banco central: si bien las tasas más bajas deberían ayudar a impulsar la demanda agregada en la economía y aumentar el empleo, más compañías zombies significan una mala asignación de recursos.

Su supervivencia también podría provocar que la inversión y el empleo no lleguen a empresas saludables.

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