El grupo energético Chesapeake Energy, impactado por el colapso de los precios del petróleo debido a la crisis sanitaria, solicitó protección por bancarrota para emprender la reestructuración de su deuda de 7,000 millones de dólares.

Durante un tiempo líder estadounidense de la explotación de gas de esquisto (shale), con operaciones que se extienden desde Texas hasta Pensilvania, el grupo dijo el domingo en un comunicado que no tenía otra opción que la reestructuración. 

Nuestra deuda y obligaciones contractuales han resultado ser demasiado grandes en este contexto de precios (bajos) de materias primas sin precedentes,

dijo Chesapeake Energy. 

La compañía fundada en 1989 indicó que había solicitado acogerse voluntariamente al capítulo 11 de la ley estadounidense de quiebras para poder emprender la reestructuración sin la presión de sus acreedores. 

El CEO Chesapeake Energy, Doug Lawler, elogió haber conseguido el compromiso de una parte de los acreedores de suscribirse a una emisión de 600 millones de dólares en títulos de deuda, “además de garantizar el financiamiento de nuestras operaciones actuales y facilitar nuestra salida de este proceso” de bancarrota. 

Estamos restableciendo fundamentalmente la estructura de capital y los negocios de Chesapeake para abordar nuestras debilidades financieras heredadas y capitalizar nuestras fortalezas operativas sustanciales,

dijo el CEO Doug Lawler.

La industria estadounidense del esquisto está organizada en torno a pequeños y medianos productores, que utilizan técnicas de explotación como el fracking que son ampliamente criticadas por los ambientalistas, pese a lo cual se ha extendido rápidamente en varios estados del país. 

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El aumento del esquisto ha permitido a Estados Unidos desplazar a Arabia Saudita como el primer productor de petróleo en el mundo, un desempeño facilitado por la entrega de miles de millones de dólares en préstamos a bajo interés. 

Pero el hundimiento de los precios del petróleo debido a la pandemia ha asestado un golpe mortal al sector y las compañías de exploración reportan una deuda estimada de 86,000 millones de dólares para el período 2020-2024 y hasta 62% de sus títulos clasificados en categoría especulativa.

En ese sentido, en lo que va del año, las acciones de Chesapeake Energy se han desplomado 93%, al pasar de cotizar en 165.12 dólares al cierre de 2019 a 11.85 dólares hasta el pasado viernes, 26 de junio, de acuerdo con datos de Investing.

Con información de AFP