La guerra comercial ha dado un nuevo paso –con Google y Huawei de por medio– donde hay dos ganadores inmediatos: la incertidumbre y la especulación.
La administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, sumó a Huawei, una de las tecnológicas más emblemáticas de China a su “lista negra”; las empresas que estén en ella no podrán adquirir tecnología de ese país sin la aprobación del gobierno.
Con la ruptura entre Google y Huawei, la situación se tornó compleja y agregó algo anormal a la ecuación. Pasó de algo netamente político, encabezado de manera unilateral por Donald Trump, a algo ya comercial, con empresas inmiscuidas
dijo Gustavo Fuentes, analista financiero independiente.
Este martes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos dijo que Huawei puede continuar sus negocios con empresas estadounidenses hasta el 19 de agosto (90 días más). Las compañías estadounidenses podrán utilizar ese tiempo para reconfigurar sus cadenas de suministro.
De momento, el mercado estadounidense recibió de buena manera los 90 días de respiro entre compañías estadounidenses y chinas. El Promedio Industrial Dow Jones, S&P 500 y NASDAQ Composite, avanzaron 0.77, 0.85 y 1.08%, respectivamente, este martes.
Las caídas en Bolsa
La incertidumbre y la especulación se acentuó los últimos días en los mercados a raíz de la ruptura entre ambas empresas.
Por un lado, las acciones de Alphabet –matriz de Google– cayeron 3.36% entre el viernes y el lunes, aunque la noticia de los 90 días para seguir con los negocios le permitió recortar pérdidas. Este martes, los papeles de la tecnológica cerraron en 1,154.44 dólares por acción en el NASDAQ, 2.54% debajo de su cierre del jueves pasado.
Sobre Huawei también hay incertidumbre. Aunque es una empresa privada y no cotiza en Bolsa, ha hecho colocaciones de deuda en mercados internacionales.
El precio de sus bonos más operados en el mercado, con vencimiento a 2026, sufrieron un ajuste de 2.43% desde el jueves pasado a este martes que cerraron en 94.83 dólares, su nivel más bajo desde el 4 de marzo.
La caída en el precio del instrumento de deuda tuvo que ser compensando por un incremento de 43 puntos base en el rendimiento que pagan los bonos, que este martes fue de 5.06%, de acuerdo con datos de Bloomberg.
“Los únicos ganadores en esta situación, de manera inmediata, son la incertidumbre y especulación. A la par, seguramente compañías de inversión y de gestión de capital privado”, comentó Fuentes.
Guerra de gigantes
Huawei y Google son pesos pesados en sus respectivas divisiones.
Huawei es la segunda empresa de teléfonos inteligentes con mayor penetración de mercado, por unidades vendidas, a nivel mundial, al cierre del primer trimestre de 2019.
Samsung (23.1%), Huawei (19%) y Apple (11.7%) son las empresas con más ventas de teléfonos inteligentes alrededor del mundo, de acuerdo con datos de Statista.
En el caso de Google, aunque Android es un sistema operativo de código abierto, cualquiera puede usarlo y adaptarlo libremente, la empresa estadounidense controla las aplicaciones de mapas, correo, asistente de búsqueda y tienda de aplicaciones.
“Las empresas que quieran usar las aplicaciones deben firmar acuerdos para no construir teléfonos con un sistema operativo diferente. Esto los pone completamente a merced de Google, que demostró que no se le puede confiar”, de acuerdo con un editorial de The Guardian titulado ‘La vista de The Guardian en Google contra Huawei: no hay ganadores’.
Ahora, con un conflicto comercial que ha escalado un nuevo nivel, las dudas emergieron.
Google seguirá manteniendo usuarios ya que el consumo está supeditado a usuarios de todas las compañías de celulares y no solo a los de Huawei. Huawei tendrá que lanzar un sistema operativo exclusivo para sustituir a Android. Acá se está subestimando a la marca china que supera en desarrollo –no en lealtad de usuarios– a equipos como los iPhone
dijo Cipactli Jiménez, cofundador de snowball.mx, ecosistema de inversión.
Comentó que esta guerra comercial tiene pocos ganadores (al menos visibles) mientras que la lista de empresas que realmente pierden son los proveedores estadounidenses, como Qualcomm y Broadcom, que dejarán de tener a Huawei como un consumidor y aliado y estratégico.