Las remesas que los mexicanos que viven en el exterior envían a sus familiares representan una de las principales fuentes de divisas para México. Este mercado comienza a ser cada vez más peleado, incluso por empresas que gestionan criptomonedas.
El envío de remesas ha sido un negocio redondo para algunas instituciones financieras, que llegan a cobrar comisiones de hasta 20% del monto enviado o bien, suelen ofrecer un tipo de cambio castigado, que se traduce en menos pesos por cada dólar enviado.
Los mexicanos que viven fuera del país, principalmente en Estados Unidos, enviaron 32,965 millones de dólares de remesas en los primeros 11 meses de 2019, y todo apunta a que, en todo el año pasado, la cifra será récord al superar los 33,700 millones de dólares.
Las personas tienen pocas opciones para enviar remesas. La alternativas son lentas, riesgosas y con procesos ineficientes que elevan significativamente los costos
dijo José Rodríguez, director de Blockchain Land en Talent Land.
Altos costos y un proceso lento de envío de dinero, que puede tomar días, abrió la oportunidad a la cadena de bloques, que es la tecnología detrás de las criptomonedas.
Una cadena de bloques es un registro contable, pero en lugar de almacenarse en un solo sitio, se distribuye en distintos usuarios.
En 2015, Bitso, plataforma que opera en México y que sirve para comprar, vender y usar criptomonedas, empezó a utilizar un producto llamado On-Demand Liquidity (tecnología de Ripple) para el envío de remesas.
El volumen alcanzado por Bitso representa 2.5% del total de remesas enviadas a México y la meta es que alcance 20% de las remesas que se envían al país para finales de este año.
Los transmisores de dinero tradicionales están utilizando nuestra infraestructura para enviar remesas, reduciendo los costos transaccionales y alcanzando a los beneficiarios finales de forma más eficiente, segura y rápida
dijo José Antonio Quintana Marín, director de Estrategia y Operaciones en Bitso.
En marzo de 2018, se firmó la Ley Fintech en México y dentro de ella se abre la posibilidad de crear una nueva entidad financiera: Institución de Fondos de Pago Electrónico.
“Por el momento, estas instituciones de pago electrónico están en proceso de regulación frente a la autoridad y las primeras autorizaciones llegarán entre abril y mayo de este año. A partir de ahí, se podrán dar cifras más reales de cómo crece la transaccionalidad de envíos de remesas por tecnología de cadena de bloques y fintech”, dijo Carlos Valderrama, socio fundador de la firma de abogados Legal Paradox.
Si bien el auge de envíos de remesas con tecnología de cadena de bloques o propia de cada fintech está por iniciar, las pruebas a superar no son menores.
El gran paradigma a resolver es la adopción de la cadena de bloques ya que no resuelve un problema nuevo, ni propone usos mejores del todo. Por poner un ejemplo, la cadena de bloques de bitcoin tarda hasta 10 minutos en validar una transacción, mientras que Visa tarda solo nueve segundos
dijo Cipactli Jiménez, cofundador de snowball.mx, ecosistema de inversión.
Los ciberataques están entre los riesgos del uso de esta nueva tecnología.
“Como toda tecnología que va en la nube, se enfrentan riesgos de ciberseguridad. Todo lo que está de manera digital y, por ende, es más escalable presenta este tipo de riesgos. Ni siquiera nuestro sistema de pagos central, controlado por Banxico -SPEI- está exento a estas situaciones”, comentó Valderrama.
En abril de 2018, un ataque cibernético afectó la conexión al SPEI de bancos, casas de bolsa y aseguradoras. La afectación se calcula en, al menos, 300 millones de pesos.
La sofisticación de ciberataques sobre estas infraestructuras y, del otro lado, los técnicos que tengan esta capacidad de entender retos y trabajarlos, tendrán una demanda interesante. Eso me parece que es el principal reto
dijo Valderrama.