El COVID-19 ha reducido los costos para inversionistas extranjeros que buscan neutralizar la exposición cambiaria de poseer activos denominados en dólares, haciendo que los valores estadounidenses sean más atractivos y proporcionando un impulso adicional para el mercado de renta fija de la nación.

Desde el inicio del brote, los costos de cobertura del dólar han disminuido hasta en 100 puntos base para europeos y japoneses, dos de los mayores compradores extranjeros de activos estadounidenses.

Un factor significativo en esa reducción fue que la Reserva Federal bajó las tasas de interés de Estados Unidos a cero el mes pasado para mitigar el impacto económico de la pandemia.

Además, la Fed está respaldando activamente todas las áreas del sector de bonos y crédito -excepto deuda problemática-, y ahora la economía estadounidense parece preparada para la que podría ser una gran flujo de inversionistas extranjeros en las próximas semanas y meses, dijeron analistas.

Un incentivo

Para los inversionistas extranjeros, este es un gran incentivo para invertir en Estados Unidos, incluso en medio de una crisis de salud mundial.

Es una competencia mundial por el capital. Lo que importa aquí es el desempeño relativo de cada país para enfrentar la crisis. Aunque el gobierno estadounidense probablemente llegó tarde al partido, se unieron, y las medidas de apoyo monetario y fiscal implementadas fueron bastante efectivas y fuertes

dijo Robert Brauns, estratega de BNP Paribas.

Las coberturas generalmente se realizan a través de contratos cambiarios de largo plazo que especifican la tasa a la que se puede cambiar una moneda al final de un periodo, generalmente de tres a seis meses.

La tasa a plazo está determinada por los diferenciales de tasas de interés entre las dos monedas. El contrato a plazo protege efectivamente un fondo si la moneda extranjera se debilita frente a su moneda local.

Por ejemplo, un inversionista europeo que compre 100 millones de dólares en deuda corporativa estadounidense celebraría un contrato a plazo de tres o seis meses para vender dólares y comprar euros a la tasa especificada como cobertura de divisas.

Los prohibitivos costos de cobertura habían desalentado a algunos inversionistas extranjeros en Europa y Japón de comprar activos estadounidenses porque erosionaron los rendimientos cuando los inversionistas convirtieron dólares en sus monedas de origen.

Para los inversionistas europeos, los costos de cobertura ahora han disminuido al 1% anual desde el 2.2% previo al brote de coronavirus, mientras que para los inversionistas japoneses, el costo ha caído al 1% desde 2%, según Adrian Ng, director de Chatham Financial, firma de asesoría de riesgos de gestión financiera.

Un año antes, esos costos eran mucho más altos: 3.1% para los inversionistas en euros y 2.9% para los compradores japoneses, dijeron analistas.