El creciente desarrollo y uso de la inteligencia artificial (IA) entre diversas empresas registró su boom a finales del año pasado gracias al lanzamiento de ChatGPT, y si bien puede ser una herramienta de gran utilidad, también conlleva riesgos potenciales si cae en manos inadecuadas. 

De acuerdo con el reporte Sonar 2023, realizado por la reaseguradora Swiss Re, el auge de la IA está incrementando las oportunidades de fraude y pérdida de propiedad intelectual.

 

Los piratas informáticos profesionales pueden buscar engañar a los modelos para que cometan errores o filtren información, pero incluso podrían dañar el rendimiento del modelo al corromper los datos de entrenamiento o robar y extraer modelos de aprendizaje automático.

Asimismo, el mal uso de la IA por parte de los ciberdelincuentes podría desembocar en un daño reputacional, ya sea mediante hackeos o creación de contenido con la imagen de alguna persona, ejemplo de ello son los llamados deepfakes

En algunos casos más extremos podrían presentarse ataques dirigidos a vehículos autónomos o software de diagnóstico médico, que podría desencadenar en siniestros o reclamos de salud

Otro ejemplo de lo contraproducente que puede ser el mal uso de la IA es su aplicación en seguros de automóviles, ya que los sistemas de gestión de reclamaciones basados en IA pueden incluso ser engañados para detectar daños masivos donde no los hay.

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Apertura del Ártico

Además de los riesgos tecnológicos, también existen temas económicos, sociales y ambientales que convergen en la apertura del Ártico

La región se está calentando de una manera acelerada, lo que si bien causa problemas ambientales importantes, también significa un riesgo geopolítico, debido a que genera preocupaciones sobre cómo se controlarán las actividades económicas, las nuevas rutas comerciales y los riesgos relacionados con esa zona.      

Los aumentos simultáneos de los intereses económicos, el cambio ambiental y las tensiones geopolíticas hacen del Ártico un semillero de riesgos emergentes y de acumulación potencial de riesgos

indicó Patrick Raaflaub, director de Riesgos de Swiss Re.

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