Japón denegará exenciones tributarias a las grandes empresas que no suban los salarios e incrementará las deducciones para las que sí lo hagan, en un intento por aumentar los sueldos. 

De acuerdo con Reuters, los salarios en Japón se han mantenido prácticamente planos durante los últimos 30 años, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que ha provocado “décadas perdidas” y una deflación generalizada, por lo que el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) y su aliado de coalición, el Komeito, esperan aprobar el plan el viernes.

“La medida demuestra que el gobierno no tiene más remedio que intervenir en los salarios del sector privado para avivar un ciclo positivo de amplias alzas salariales y una inflación sostenible a largo plazo”, dijo el analista Yoshimasa Maruyama.

El enfoque subraya la atención del primer ministro Fumio Kishida en la distribución de la riqueza a los hogares, con medidas tales como instar a aumentos salariales del 3% o más por parte de las empresas cuyas utilidades han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.

Sin embargo, es dudoso que las medidas impulsen inmediatamente a las empresas a subir los salarios, ya que recientemente los han elevado, añadió Maruyama, economista jefe de mercado de SMBC Nikko Securities.

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Desde que llegó al poder a finales de 2012, el gobierno liderado por el PLD ha presionado a las empresas japonesas para que gasten sus reservas de efectivo para aumentar los salarios, sin embargo muchas se han resistido ante la incertidumbre económica.

Las grandes empresas que eleven los salarios 4% con respecto al año anterior obtendrán deducciones de hasta el 30% de los ingresos imponibles, frente al máximo actual del 20%, según el plan de reforma para el próximo año fiscal obtenido por Reuters.

Cabe señalar que las pequeñas empresas que aumenten los salarios en 2.5% tendrán derecho a una deducción fiscal de hasta el 40% desde el máximo actual del 25%.

Aunque las empresas que no suban los salarios no podrán reclamar deducciones fiscales por el gasto en áreas como investigación y desarrollo, el fomento de la inversión, el 5G, la transformación digital y la neutralidad del carbono, mostró el borrador.