Reino Unido anunció este lunes la primera muerte confirmada por la variante ómicron del COVID-19, al tiempo que su población volvía al home office y el gobierno emprendía una carrera contrarreloj para administrar vacunas de refuerzo a todos los adultos antes de fin de año. 

“El ómicron está produciendo hospitalizaciones y, lamentablemente, se ha confirmado que al menos un paciente ha muerto” por esta nueva cepa del coronavirus, anunció el primer ministro Boris Johnson. 

Según un portavoz del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) “parece ser que esta es la primera muerte confirmada de ómicron”.

Añadió que “muchos casos no están secuenciados genómicamente, por lo que es imposible saber si esta es la primera muerte de ómicron” ocurrida en el mundo.

Sudáfrica, primer país que detectó e informó en noviembre de la nueva mutación, no ha “anunciado oficialmente” muertes debidas a ella, según un portavoz del ministerio de Sanidad, porque las autoridades “no especifican la variante”. 

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó que “debido al desfase entre el aumento de casos y el aumento de los casos graves y las muertes” habrá que esperar a “las próximas semanas” para disponer de “más información sobre la gravedad de los casos asociados a la variante ómicron”.

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Pronto será dominante

Unos 15 días después de su aparición en el Reino Unido, el país registraba el lunes 4,713 casos de ómicron (1,576 más que el domingo), pero se cree que el número real es muy superior y el gobierno prevé que se convierta en la variante dominante en pocos días. 

Según el ministro de Sanidad, Sajid Javid, ya es responsable del 40% de las infecciones en Londres.

“Al final del día de mañana serán la mayoría de los casos y no deja de aumentar”, advirtió Johnson, cuyo ejecutivo se ha propuesto la titánica misión de haber ofrecido una tercera dosis a todos los mayores de 18 años antes del 31 de diciembre.

Esto implica casi un millón de inyecciones diarias, para lo que se abrieron más centros de vacunación, durante más horas y con la ayuda del ejército. 

“Una versión más suave”

Johnson llamó a “dejar a un lado” la “idea de que esto es de alguna manera una versión más suave del virus”. 

De 66 millones de habitantes, el Reino Unido, que con más de 146,000 muertos es uno de los países de Europa más afectados por la pandemia, ya había anunciado la semana pasada medidas contra ómicron como el uso de mascarillas en lugares cerrados y el teletrabajo, que entró en vigor este lunes.

A partir de esta semana, también se exigirá pasaportes sanitarios en lugares masificados como clubes nocturnos y estadios de fútbol.

Estas medidas han enfurecido a algunos diputados del Partido Conservador de Johnson, que amenazan con una gran rebelión cuando el martes el Parlamento vote las nuevas reglas que, sin embargo, tienen la aprobación garantizada gracias al apoyo del opositor Partido Laborista.

 An update on booster jabs. https://t.co/73NbmmhTiP

— Boris Johnson (@BorisJohnson) December 12, 2021