Rodrigo A. Rosales
La inflación anual de Estados Unidos alcanzó durante marzo pasado su mayor nivel en más de 40 años.
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De acuerdo con datos del Departamento del Trabajo de la Unión Americana, el índice de precios al consumidor del país vecino creció 8.5% a tasa anual, la variación más alta desde diciembre de 1981, cuando se ubicó en 8.9%.
Por su parte, el índice subyacente, que no incluye alimentos ni energéticos, aumentó 6.5% anual, el mayor cambio desde agosto de 1982.
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Mientras el índice de energía incrementó 32.0% y el de alimentos, 8.8%; esta última tasa fue la más elevada desde mayo de 1981.
Dentro del índice subyacente, resalta que el rubro de vivienda ascendió a 5.0% en marzo pasado, su mayor aumento desde mayo de 1991, en tanto, los índices de automóviles nuevos y usados continuaron con variaciones de doble dígito.
Alimentos caros
El índice de alimentos en el hogar creció 10.0% anual, su máximo desde marzo de 1981; en su interior, el componente de carnes, aves, pescado y huevos registró una inflación de 13.7%, mientras el de carne de res, 16.0%.
Para el índice de alimentos fuera del hogar, el alza anual fue de 6.9%, el mayor aumento desde diciembre de 1981.
Doble dígito en energéticos
El índice de energía creció 32.0% anual en marzo del 2022, donde todos sus componentes presentaron incrementos.
Así, el índice de gasolina aumentó 48.0%, el de gas natural 21.6% y el de electricidad 11.1%.
Cabe recordar que el impacto de la invasión rusa en Ucrania en el precio del petróleo es menor en Estados Unidos respecto a otros países, debido a su capacidad de producción.
Un factor que sí tiene gran influencia en la inflación estadounidense es el referente a los problemas en la cadena de suministros, que aún resiente los efectos de la pandemia.
Riesgo moderado
El grupo financiero Ve por Más (Bx+) estima que después de que ayer otro miembro de la Fed declarara que es posible que se considere un mayor ritmo de alzas en las tasas de interés, la aversión al riesgo podría moderarse ante la publicación de cifras de inflación en línea con lo esperado en Estados Unidos.
“Aunque la persistencia de altos niveles de inflación ha incrementado la expectativa de que la Reserva Federal adopte una postura de política monetaria más restrictiva”, asegura.
