Si bien la inflación de Estados Unidos continuó su tendencia de desaceleración durante enero pasado, resultó insuficiente para que la Reserva Federal (Fed) cambie su agresivo ciclo de alza en tasas de interés.

De acuerdo con datos del Departamento de Trabajo de la Unión Americana, el índice de precios al consumidor del país vecino del norte creció 6.41% anual en el primer mes del 2023.

 

INFLACIÓN EU

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Este aumento representó el menor nivel en los últimos 15 meses, así como hilar siete meses con una tendencia a la baja, dejando atrás el máximo que se tocó en junio pasado de 9.06%.

Los contras de la desaceleración de la inflación de EU

A pesar de la desaceleración de la inflación de Estados Unidos, ésta sigue en niveles elevados.

Por ejemplo, al considerar solamente el primer mes de cada año, se observa que es la segunda inflación más elevada en 41 años, detrás de la variación de 7.48% en el 2022, es decir, desde 1982 (8.39%).

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Mientras, en el comparativo mensual, tras dos caídas consecutivas, los precios al consumidor aumentaron 0.80%, sin ajuste estacionario, que significó la mayor alza en siete meses (con ajuste estacionario la inflación fue de 0.5%).

Persistencia

Para Monex, aunque las presiones sobre los precios siguen en retirada, parece haberse alcanzado un punto en el que la persistencia de algunos componentes, especialmente en el índice subyacente, evitarán descensos verticales.

Y, por lo tanto, al ubicarse aún bastante alejada de la zona del objetivo, la Reserva Federal no tendrá margen para modificar sustancialmente su postura en los próximos meses

advierte el grupo financiero.  

El panorama, añade, sigue siendo incompatible con la expectativa de un relajamiento de la política monetaria en el corto plazo.

Lo anterior, debido a que las distorsiones en la dinámica de precios continúan siendo robustas y, si se considera la enorme fortaleza del mercado laboral estadounidense, los riesgos parecen ser suficientes para que la Fed siga extremando en la cautela.

Monex cree que en las próximas semanas vendrán los comentarios hawkish de algunos de los miembros del FOMC, pudiendo retomar el escenario de alzas de 50 puntos base para marzo, aunque la ruta más viable será que la de incrementos de 25 puntos en marzo y mayo, para que la tasa quede entre 5.00 y 5.25%.

Desequilibrios entre oferta y demanda

Por su parte, Banorte estima que la inflación en los próximos meses se mantenga alta, principalmente por desequilibrios entre la oferta y demanda agregada y la guerra en Ucrania, lo que podría presionar de nuevo los precios de algunos bienes, especialmente alimentos y potencialmente a los energéticos.

Así como la rápida reapertura de China y riesgos de que los precios de alquiler se mantengan elevados.

En contraste, espera que la mejoría en la cadena de suministros, el ciclo acumulado de alza en tasas de la Fed y los temores sobre un escenario de recesión puedan seguir jugando a favor de una disminución en la inflación.

Para el 2023 estimamos una inflación promedio de 3.6% anual, pero parecería que los riesgos se inclinan al alza, ante la fortaleza que prevalece en el mercado laboral y la demanda agregada

señala Banorte.