Los habitantes de Estados Unidos han padecido cortes de electricidad en medio de olas de calor, en vista de que uno de cada seis hogares se ha retrasado en las facturas de servicios públicos, con deudas que ascienden a alrededor de 16,000 millones de dólares en facturas de energía.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética (Neada), el saldo promedio adeudado ha aumentado 97% desde 2019 a 792 dólares.
Además, la cifra acumulada por retrasos de pago representa el doble del total registrado en 2019, siendo la peor crisis que ha documentado la Neada, apuntando que esos números se deben al aumento vertiginoso en los precios de la electricidad, impulsado por el precio elevado del gas natural.
Las facturas simplemente no son asequibles. La gente de abajo no puede pagar esto
compartió a Bloomberg Mark Wolfe, CEO de Neada.
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Repercusiones financieras suelen ser limitadas
Para las empresas de servicios públicos estadounidenses, las repercusiones financieras de la acumulación de deuda por las facturas suelen ser limitadas.
Esto se debe a que los reguladores estatales a menudo permiten que las empresas de servicios públicos recuperen sus pérdidas al agregar un cargo para los clientes que pagan sus facturas, o los contribuyentes ayudan a pagar la cuenta.
Mientras tanto, la crisis de la factura eléctrica es aún más aguda en Europa, donde el aumento de los precios del gas natural ha sido mucho mayor tras la invasión de Rusia a Ucrania.
No obstante, los formuladores de políticas se han puesto en acción, arrojando miles de millones de euros en ayuda a las familias en dificultades para pagar las facturas, pero del lado de Estados Unidos, no se ha hablado significativamente de hacer algo en una escala similar.
PG&E ve atrasos de pagos en más del 40%
La empresa PG&E con sede en California ha visto un aumento de más del 40% desde febrero de 2020 en la cantidad de clientes residenciales atrasados en los pagos.
Para el Grupo de empresas de servicios públicos de Nueva Jersey (PSEG, por sus siglas en inglés), el total aumentó más del 30% para los clientes con al menos 90 días de retraso, y eso es solo desde marzo.
Mientras tanto, el precio promedio que pagan los consumidores por la electricidad en Estados Unidos aumentó 15% en julio con respecto al año anterior, el mayor aumento en 12 meses desde 2006.
La regulación de las tarifas de electricidad dificulta que los proveedores repercutan de inmediato los costos más altos del combustible, por lo que los aumentos recientes pueden ser solo el comienzo.
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Con información de Bloomberg
