Nota del editor: noticia actualizada a las 9:40 horas

El gobierno británico suspenderá la sesión parlamentaria hasta el 14 de octubre, dos semanas antes de la fecha del Brexit, una medida calificada este miércoles de “ultraje constitucional” que dificultará a los diputados impedir una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.

El primer ministro Boris Johnson pidió a la reina Isabel II que finalice la actual sesión parlamentaria “en la segunda semana hábil de septiembre” y efectúe su tradicional discurso de inauguración de la nueva sesión el 14 de octubre, informó Downing Street. A lo que la monarca accedió.

La decisión de poner fin a la actual sesión parlamentaria (…) permitirá al primer ministro (Boris Johnson) poner un nuevo programa nacional ante los diputados para su debate y escrutinio,

justificó el gobierno.

También garantizará, según el gobierno, “que haya tiempo suficiente antes y después del Consejo Europeo (del 17 y 18 de octubre) para que el Parlamento siga examinando las cuestiones de Brexit”, agregó.

Tras la aprobación por parte de la reina, la moneda británica retrocedía frente a la divisa estadounidense 0.64%. a 1.2208 dólares por libra.

Reacciona la oposición

El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, fue uno de los personajes que se opuso a la medida. En el pasado mostró su poder bloqueando algunas de las decisiones de la primera ministra Theresa May.

Es obvio que el propósito de esta suspensión ahora sería impedir que el Parlamento debata sobre el Brexit y cumpla con su deber de definir el rumbo del país,

denunció Bercow.

El Partido Laborista (de izquierda) acordó el martes “actuar juntos para encontrar formas prácticas de prevenir un Brexit sin acuerdo, incluyendo la posibilidad de aprobar legislación y un voto de censura”.

Otra parte de la oposición prefirió presentar una proposición de ley que obligue al Ejecutivo a pedir un nuevo aplazamiento del Brexit.

Tom Brake, del Partido Liberal Demócrata Brexit, tuiteó: “La madre de todos los parlamentos no le permitirá marginar a la asamblea de la mayor decisión que enfrenta nuestro país. Su declaración de guerra será recibida con un puño de hierro”.

Durante la cumbre del G7, Johnson mostró su predisposición a llegar a un acuerdo con los 27 países a condición de que saquen del tratado la “salvaguarda irlandesa”.

La salvaguarda irlandesa es una política que busca impedir el regreso de una frontera “dura” entre la República de Irlanda (miembro de la Unión Europea) e Irlanda del Norte- provincia británica-, la cual, según Johnson debe ser abolida.