El presidente Donald Trump mantuvo este jueves las esperanzas de terminar la guerra comercial con China, a solo horas de reanudarse las negociaciones en medio de un rebrote de las hostilidades entre las mayores potencias mundiales.
Con la amenaza de un alza de aranceles a productos chinos para ser aplicada desde el primer minuto del viernes, Trump dijo a periodistas haber recibido una “hermosa carta” de su contraparte china, Xi Jingping.
Me escribió una hermosa carta. La acabo de recibir y probablemente hablaré con él por teléfono,
afirmó Trump.
Más tarde citó al mandatario chino, quien en la misiva dice: “Trabajemos juntos, veamos si podemos hacer algo”.
Pero las hostilidades de Trump no paran
El presidente dijo estar más que feliz de recurrir a los aranceles para resolver el conflicto con China.
“Soy diferente a mucha gente. Yo pienso que los aranceles, para nuestro país, son muy poderosos”, dijo a contrapelo de quienes consideran que terminan siendo trasladados a los precios que pagan empresas y consumidores.
Acusó recientemente a China de incumplir con los compromisos que había adquirido hasta ahora en las negociaciones para destrabar el conflicto comercial.
Estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo y entonces ellos comienzan a renegociar el pacto. Eso no puede pasar,
aseguró el republicano.
Trump ha adoptado una estrategia de máxima presión, primero con aranceles al acero y al aluminio en marzo de 2018, a los que luego sumaron gravámenes a importaciones chinas por un valor de 250,000 millones de dólares.
Aumentaremos los aranceles a China hasta que dejen de robar nuestros empleos,
dijo el miércoles el presidente en Florida.
Al ritmo de los tuits
Desde el inicio de las negociaciones, Washington alterna entre la amenaza y el diálogo mientras Trump modera el tono a través de tuits, que enfrían y calientan la relación.
Esta semana se ha mantenido fiel a sus hábitos: “China nos acaba de informar que ellos (el viceprimer ministro) venían a Estados Unidos para llegar a un acuerdo”, escribió optimista en su cuenta de Twitter.
“Veremos qué ocurre, pero me dejan contento los más de 100,000 millones de dólares (de aranceles) que llenarán los cofres de Estados Unidos… Es muy bueno para Estados Unidos; no es bueno para China”, tuiteó.
Su negociador, el representante de Comercio, Robert Lighthizer, tiene la intención de lograr un acuerdo histórico que renueve la relación entre ambos países.
Agobiado por lo que Estados Unidos considera promesas incumplidas por los chinos, ha luchado desde el principio para lograr no solo un acuerdo, sino también un mecanismo para controlar su implementación.
A principios de esta semana, economistas creían que un acuerdo era posible. Pero muchos dudan de su contenido. “Va a ser un trato vago”, predice Mary Lovely, profesora de economía en la Universidad de Syracuse.
¿En qué consiste la medida estadounidense?
A partir del primer minuto de este viernes las barreras sobre bienes importados chinos por valor de 200,000 millones de dólares se incrementarán a 25% desde 10%, justo a la mitad de dos días de reuniones con la delegación china.
La advertencia sobre un impacto global
El portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, advirtió que las tensiones entre Estados Unidos y China en la esfera comercial son una amenaza para la economía global.
Trump dice estar listo para imponer aranceles adicionales a todas las importaciones chinas (539,500 millones de dólares en 2018), lo que ha incrementado los temores sobre el crecimiento económico mundial y la estabilidad de los mercados financieros.
China se defiende
Beijing confirmó que el viceprimer ministro Liu He, considerado muy cercano al presidente chino, liderará las discusiones en Washington frente al representante estadounidense Robert Lighthizer.
Este jueves el portavoz del ministerio de Comercio chino, Gao Feng, afirmó que el país ha mantenido sus promesas en las negociaciones, en respuesta a las aseveraciones de Trump.
China no capitulará ante ninguna presión y tenemos la determinación y la capacidad para defender nuestros intereses,
advirtió Gao.
El portavoz ya había advertido previamente que si se aplican las medidas tarifarias de Estados Unidos, China no tendrá otra opción que aplicar contramedidas.
¿Por qué el conflicto?
La administración de Trump exige que China termine con prácticas comerciales que considera desleales, que respete las leyes del mercado y que detenga el “robo” de tecnología estadounidense.
También busca un acuerdo para evitar que Beijing devalúe su moneda dando impulso a sus exportaciones.
Pide además el fin de los subsidios a empresas estatales, sostén del plan estratégico ‘Hecho en China 2025’.
Ese plan, adoptado en 2015, busca transformar al país de taller del mundo a líder mundial en las industrias del mañana, como la inteligencia artificial.
Pero Estados Unidos, que hace tiempo perdió la batalla por las manufacturas, está tratando de mantener su dominio en el sector de la alta tecnología.
Con información de Reuters y AFP