Un instituto de investigación militar chino recibió el visto bueno para probar su segunda vacuna experimental contra el coronavirus en humanos, el octavo candidato en ensayos clínicos en China, que se está convirtiendo en un líder en la lucha global contra el COVID-19.

Aún no ha sido aprobada la venta de ninguna vacuna contra el virus, que ha acabado con la vida de más de 470,000 personas en el mundo, aunque más de una decena de candidatos ha entrado ya en diferentes fases de pruebas con humanos.

El nuevo fármaco está desarrollado por la Academia de Ciencia Militar (AMS, por sus siglas en inglés), un instituto de investigación afiliado al Ejército Popular de Liberación y recibió aprobación para ser probado en humanos por parte de la Administración Nacional de Productos Médicos de China.

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El último candidato de la AMS, denominado ARCoV, usa tecnología mRNA -al igual que los desarrollados por Moderna en Estados Unidos y la firma alemana CureVac– pero nunca ha sido probado en ensayos clínicos en China, dijo el instituto en la red social WeChat en la noche de este miércoles.

La materia prima y el equipo principal son todos de producción local y se puede lograr una rápida aceleración de la capacidad de producción

afirmó Qin Chengfeng, un investigador responsable del proyecto mRNA, en un comunicado.

El registro del Ensayo Clínico Chino dijo, sin nombrar a ARCoV, que el jueves comenzará la fase uno de una prueba para una vacuna mRNA, patrocinada por AMS, Yunnan Walvax Biotechnology y Suzhou Abogen Biosciences, en la que se evaluará la seguridad del candidato.

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De forma separada, Ad5-nCoV, un candidato a vacuna codesarrollado por AMS y CanSino Biologics usando una técnica diferente, está en la fase dos de su ensayo clínico en China y ha logrado la aprobación para empezar las pruebas en humanos en Canadá.