La entrada de remesas favorece ampliamente la dinámica económica de México, debido a que representa una fuente de ingresos para las familias más vulnerables del país, que a través de estos recursos logran cubrir sus necesidades más básicas, coinciden especialistas. 

Las remesas se están convirtiendo en una de las principales fuentes de ingresos de nuestro país; incluso algunas personas dependen económicamente de esa suma de dinero

afirmó Felipe Pérez Sosa, especialista de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. 

De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), nuestro país se convirtió en el segundo receptor de remesas más grande del mundo durante 2022 al recibir una suma de 58,497 millones de dólares, justo por detrás de India. Esta cifra representó un avance del 13.4% anual. 

Dichos recursos equivalen al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, según el banco central.

“Las remesas han venido creciendo de manera muy significativa, de tal manera que ya es la segunda principal fuente de ingresos en dólares que tiene el país”, señaló Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex. 

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Remesas durante 2023

Durante el 2023, el monto acumulado de los ingresos por remesas ascendió a 5,693 millones de dólares, específicamente hasta el cierre del mes de mayo, cifra que representa un incremento del 10.7% anual. 

Entre las entidades del país que han recibido mayores ingresos por remesas se encuentran Jalisco, Michoacán y Guanajuato.  

Sí, las remesas son un elemento muy importante para un gran número de familias en México, sobre todo en ciertas entidades federativas, y estos montos claramente hacen la diferencia en decisiones de consumo

dijo James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco. 

Las remesas también representan la segunda fuente de ingresos de dólares al país, justo por debajo de las exportaciones del sector automotriz y por encima de la Inversión Extranjera Directa (IED) y el turismo.  

“Los envíos de remesas han ayudado a la recuperación y expansión económica de México”, consideró Quiroz. 

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Tipo de cambio fuerte o débil 

El especialista del Tecnológico de Monterrey consideró que “la mayoría de personas tenemos la idea de que un tipo de cambio fuerte es una señal positiva para la economía, y viceversa, pero la realidad es que permite calibrar lo que está sucediendo en el entorno económico”

Sin embargo, un dólar débil impacta en el bolsillo de las familias mexicanas, debido a que se reduce la cantidad de dinero que reciben en pesos y, por ende, su poder adquisitivo. 

Los receptores de remesas sufren un doble efecto negativo, me refiero a la paridad cambiaria (menos pesos por dólar) y al impacto de la inflación, es decir que no alcanza necesariamente para comprar más cosas”, añadió. 

Un tipo de cambio bajo (dólar débil) afecta a los receptores de remesas, pero al mismo tiempo la llegada de más dinero presiona a que el tipo de cambio valga menos

finalizó Pérez Sosa. 

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