El descontrol inflacionario ha impactado en el bolsillo de los mexicanos con el encarecimiento de productos básicos, pero se podría intentar resolver mediante la aplicación de un endurecimiento fiscal, coinciden distintos especialistas.
Lo que estamos viendo ahorita en México son presiones inflacionarias en el sector de servicios, obedecen principalmente a un alto déficit fiscal y los incrementos en el salario mínimo, que han presionado a los salarios contractuales
, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero en Banco BASE.
De acuerdo con un estudio elaborado por el Fondo Monetario Internacional, en la economía existen dos métodos que podrían ser utilizados para intentar contener la inflación:
El primero se basa en “la subida de las tasas de interés” y una mayor debilidad en el crecimiento, sin embargo, esto contribuye al aumento de la deuda pública. Es el método más común para las economías.
“Los bancos centrales necesitan subir las tasas de interés considerablemente para combatir la inflación. Un endurecimiento fiscal permite elevar las tasas de interés en menor medida para contener la inflación”, explica el FMI.
Mientras que el segundo método supone que con un endurecimiento fiscal reduciría el nivel de demanda en la economía y sin la necesidad de incrementar las tasas de interés.
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Por su parte, Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico en Monex, consideró que el endurecimiento fiscal podría impactar en el nivel de consumo de las familias mexicanas.
Si disminuye el gasto del gobierno, por ejemplo, eso tendría implicaciones para el resto de la economía, porque esto sería consumir menos de los bienes y servicios que adquiere del sector privado
, señaló Quiroz.
Incluso “la aplicación de una política fiscal impactaría en las transferencias, es decir una reducción de los apoyos otorgados por el gobierno a través de los programas sociales”, explicó Verónica Zepeda Vargas, experta en impuestos de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC)
“Implicaría una contracción en el consumo que realizan las familias o las personas en la economía, pero más a la población que se encuentra en los niveles de ingresos más bajos”, mencionó.
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Déficit fiscal en México
Al cierre del 2022, el déficit presupuestario en México ascendió a 973 mil 873.9 millones de pesos, es decir un 3.4% del Producto Interno Bruto (PIB), estaba integrado por 6.6 billones de pesos en ingresos públicos y por 7.6 billones de pesos en gasto neto, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En realidad el año pasado México tuvo un déficit fiscal de 3.4%, el mayor desde el 2015. Históricamente los déficits fiscales altos han generado presiones inflacionarias, inclusive en el 2015 el Banco de México estuvo diciendo que el mayor gasto público, es decir el déficit, generaba mayores presiones inflacionarias
, explicó directora de análisis económico y financiero en Banco BASE.
Un déficit fiscal se tendría que representar con un menor nivel de gasto público, pero afortunadamente “hay mucho de dónde recortar en México”. Por ejemplo: “en las múltiples ayudas que el gobierno otorga a Pemex y a los proyectos insignia”, añadió.
Hacienda prevé que durante el 2023 y 2024 se mantendrá una sólida posición fiscal, por lo que se proyecta que el saldo de la deuda pública alcance un nivel del 49.9% del PIB y con una trayectoria sostenible.