En medio de una crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 y la puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en lugar del Seguro Popular, el sector salud fue el más afectado entre 2018 y 2020, llevando a 35.7 millones de mexicanos a carecer de este tipo de servicios. 

Para 2018, había 20 millones de personas con carencias en el sector salud y pasó hasta los 35.7 millones al cierre del año pasado; es decir, el 28.2% de la población total del país, según las estimaciones de pobreza multidimensional que presentó el jueves el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

 

Hubo una transformación de fondo donde se suspendió el Seguro Popular y se inició el Insabi. La pandemia inició en el país cuando estaba comenzando la reestructuración del Insabi y estos pueden ser los elementos,

dijo en conferencia la consejera del Coneval, Rosario Cárdenas

Cárdenas recordó que, si bien la pandemia y la llegada del Insabi son solo una parte del problema, hay otros elementos detrás de la carencia, como la reconversión del servicio de salud para atender a los pacientes con COVID-19.

“Eso significó una disminución de la infraestructura que estaba disponible para atender otros problemas de salud. También hubo una modificación del comportamiento, en ocasiones la gente prefirió no acudir a los servicios o no encontró que estuviera disponible”, añadió Cárdenas, médica cirujana egresada de la UAM Xochimilco. 

Prácticamente en todos los estados del país se reportó un incremento en la carencia de servicios del sector salud, donde Oaxaca, Guerrero y Chiapas fueron las entidades más afectadas.

En Oaxaca, el porcentaje de población con estas carencias pasó de 16.3% a 36.9%; en Guerrero, de 13.8% a 33.5%, y en Chiapas, de 17.6% a 37.1% de su población de 2018 a 2020.

Este sector es uno de los seis rubros que evalúa el Coneval para dimensionar los niveles de pobreza que hay en el país. En el resto, las diferencias fueron menos profundas. 

También lee: En México hay 55.7 millones de personas viviendo en pobreza

En noviembre de 2019 desapareció el Seguro Popular y surgió el Insabi que entró en vigor en enero de 2020, año que se vio afectado por la pandemia que ha cobrado la vida de más de 250,000 personas, según cifras de la Secretaría de Salud.

Si bien el Seguro Popular tenía una mayor cobertura, esto no se reflejaba en mejores servicios, pero también ha fallado la estrategia de trasladar a la población al Insabi, dijo Ángel Barreto, profesor de Economía de la FES Aragón.

El Seguro Popular no satisfacía las necesidades de salud que requería la sociedad. Hay una falta de comunicación, prácticamente debería tener la misma cobertura el Insabi,

dijo en entrevista Barreto

Una persona que carece de acceso a servicios de salud es aquella que no cuenta con adscripción o afiliación al Seguro Popular, a las instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE federal o estatal, Pemex, Ejército o Marina), a servicios médicos privados, o bien, no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Insabi.

Las trabas y el ‘factor empleo formal’

La operación del Insabi se ha visto afectada también por la manera en la que los estados se adhirieron, incluso entidades como Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos y Veracruz firmaron el acuerdo, pero no de forma indefinida.

En estados como Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán, la firma llegó después del levantamiento de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares, lo que podría incidir en sus operaciones, según el Coneval.

Barreto también comentó que el acceso a los servicios de salud están ligados a la creación de empleo formal tanto en el sector público como privado. 

Hay una gran cantidad de población que no tiene servicios de salud pública relacionados con el trabajo, con una vinculación laboral,

señaló el académico

Hasta julio de este año, el IMSS tenía afiliados a 20.1 millones de trabajadores, por debajo todavía de los 20.8 millones que llegó a tener en noviembre de 2019, previo a la crisis. 

En lo que va del año se han creado 401,000 empleos formales y Banco de México espera que se agreguen hasta 570,000 puestos de trabajo, cifra que puede modificarse ante la entrada en vigor de la reforma al outsourcing.

Tanto los datos de Coneval sobre la medición multidimensional de la pobreza y los que mostró la ENIGH del Inegi, evidencian el resultado de las políticas públicas por las que ha apostado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

Y si bien, 2020 fue un año marcado por la pandemia, también será recordado por la falta de una buena estrategia que ayudara a sacar al país de los problemas que viene arrastrando por décadas: la pobreza y la desigualdad.