El aumento de la informalidad laboral en el país “empañó” el mínimo histórico del desempleo durante febrero pasado.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) llegó a 55.46% de la población ocupada en México durante el segundo mes del 2023, el nivel más elevado en los últimos cinco meses.

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La TIL 1 considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, así como a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo.

También incluye a la población que trabaja en micronegocios no registrados o sector informal, los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia y a quienes laboran sin seguridad social en unidades económicas registradas.

En mínimos

El resultado anterior opacó el comportamiento de la tasa de desocupación, que se ubicó en 2.79% de la población económicamente activa (PEA) al cierre de febrero pasado.

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Dicha tasa, además de romper pronósticos (se esperaba un aumento a 2.95%), significó apuntar otro mínimo histórico, racha que comenzó en noviembre del año pasado cuando el indicador se colocó en 2.98%.

Es decir, la tasa de desocupación consiguió su cuarto mes al hilo con los menores niveles desde que el INEGI tiene registros (2005).

Sin focos de alerta

Sin embargo, el alza en la informalidad laboral no prende, aún, los focos de alerta, debido a la importancia que tiene esta población en el consumo privado.

Banorte espera que la solidez del mercado laboral se extienda, siendo un catalizador importante para el consumo en el año.

Si bien opina que el mercado de trabajo se encuentra en una posición favorable, mostrando una gran fortaleza, reconoce ciertos riesgos para la actividad económica.

Aunque el grupo financiero piensa que éste mantendrá una gran resiliencia a lo largo del año, siendo un soporte clave para diversos sectores, principalmente el consumo.

  • Señala que existen varios motores para un mayor dinamismo en el mercado laboral, destacando:
  • Señales relativamente favorables para la actividad económica en el corto plazo
  • Una disminución en las presiones inflacionarias en varios sectores clave
  • El impulso asociado a la inversión derivada del nearshoring

En materia salarial, esperamos que los ingresos de los trabajadores sigan aumentando en el año, con las percepciones por arriba del mínimo siendo beneficiadas por el ‘efecto faro’

precisa Banorte.