Durante los primeros quince días de enero, la inflación anual de México sorprendió no solo por continuar con una tendencia de desaceleración, sino también por registrar una tasa menor a la esperada por los mercados.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 7.76% anual en la primera mitad del segundo mes del 2023, cuya mayor presión se centró en alimentos procesados.

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Este resultado representó la menor inflación anual en las últimas cinco quincenas, y además, se ubicó por debajo de la expectativa de 7.84% del consenso.

Sin embargo, aún el nivel inflacionario sigue elevado, ya que si se considera únicamente la primera quincena de febrero, es la mayor variación desde el 2000, cuando se colocó en 10.62%, es decir, en más de dos décadas.

Se suma que lleva 47 quincenas (casi dos años) fuera del objetivo del Banco de México de 3% +/- un punto porcentual.

En tanto, la inflación subyacente, que excluye agropecuarios y energéticos por su volatilidad, llegó a 8.38% anual, la menor tasa en tres quincenas e inferior al pronóstico del mercado de 8.42%.

Aunque al llevar medio año con variaciones anuales superiores a 8%, se prevé que el banco central continúe con su ciclo alcista de la tasa de interés (11%).