Los ministros de finanzas y los banqueros centrales de las 20 economías más grandes del mundo (G-20) planean celebrar una reunión extraordinaria el 13 de noviembre para discutir más acciones  para ayudar a las naciones pobres que luchan por pagar sus deudas.

Tienen previsto reunirse una semana antes de la reunión anual de jefes de gobierno, que será del 21 al 22 de noviembre, según una copia de la agenda de la reunión vista por Bloomberg. Esta también se produce una semana y media después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

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Los ministros de finanzas acordaron el 14 de octubre extender su Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés), que permite a los países más pobres suspender los pagos de la deuda a acreedores bilaterales oficiales hasta mediados de 2021.

Los miembros no han estado de acuerdo la hoja de ruta a nivel global.

El caso chino

Después de cierta oposición, las economías emergentes lideradas por China, el prestamista oficial más grande del mundo, acordaron un marco común que significaría una coordinación más estrecha con el Club de París, acreedores en futuras reestructuraciones de deuda.

La reunión extraordinaria dará a conocer los detalles del nuevo marco común que los gobiernos occidentales esperan pueda convencer a China de aumentar la transparencia en sus renegociaciones de deuda.

La prórroga de la suspensión de los pagos de la deuda de 73 de los países más pobres del mundo por otros seis meses no cumplió con el pedido del Banco Mundial de un indulto de un año completo, mientras la pandemia del COVID-19 afianza la pobreza.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, ha pedido una mayor participación en el alivio de la deuda de China, así como de acreedores privados como fondos de cobertura y bancos. A la nación asiática se le debe casi 60% de la deuda bilateral que las naciones más pobres del mundo deberían pagar este año.

Ser audaces

Los líderes del grupo de las 20 economías más importantes deberían actuar rápida y decisivamente para reducir la deuda de las naciones con elevadas cargas que les ponen en riesgo de afrontar una década pérdida en desarrollo, dijo el miércoles la economista jefa de Banco Mundial, Carmen Reinhart.

Sean audaces, dijo Reinhart, cuando se le preguntó sobre su consejo a los líderes del G-20 durante un evento organizado por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.

Éste no es el momento de ser tímido en la resolución de la crisis de la deuda. Las propuestas deben ser audaces en términos de reducir la deuda de los deudores, porque si no… los riesgos de una década perdida son muy grandes

dijo Reinhart.

También dijo que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado los ya asombrosos problemas de deuda en muchos países y que es fundamental que las naciones del G-20 avancen rápidamente con propuestas más grandes y ambiciosas sobre reducción de la deuda.

Reinhart dijo en el evento que aún existen grandes diferencias entre los líderes del G-20 sobre la necesidad de reducir la deuda de los países de bajos ingresos, y que China, un importante acreedor, aún no está dispuesta a aceptar posibles cancelaciones de deuda.

Con información de Reuters y Bloomberg