Las expectativas de que los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal tengan que subir las tasas de interés y mantenerlas elevadas durante más tiempo del previsto aumentaron, luego de que los datos mostraron una aceleración de un indicador clave de la inflación en enero.
Este viernes, el Departamento de Comercio informó que el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), es el indicador con el que la Fed mide su objetivo de inflación del 2%, el cual se aceleró hasta el 5.4% anual el mes pasado, un 0.1 puntos frente a diciembre.
La inflación subyacente, en tanto, aumentó a un ritmo anualizado del 4.7%, más rápido de lo previsto, frente al 4.6% revisado al alza de diciembre,de acuerdo con la agencia Reuters.
Tras el informe, los rendimientos implícitos en los contratos de futuros de los fondos federales mostraron que los operadores apuestan firmemente por al menos tres alzas de tasas más hasta junio.
Sin embargo esta senda, advierten, llevaría el costo del crédito a un día del banco central estadounidense al rango 5.25% – 5.50%, desde el nivel actual de 4.50% – 4.75%.
Además, se valora en un 40% la probabilidad de un punto límite aún más alto para ese tipo, frente al 30% anterior a la publicación de los datos del PCE.
Te puede interesar: Precios de servicios presionan a la inflación general en la 1Q de febrero
Se diluyen apuestas sobre recortes de tasas
Por otro lado, los operadores han eliminado en su mayor parte lo que habían sido apuestas consistentes sobre recortes de tasas de la Reserva Federal hacia finales de año.
Las revisiones de los datos de meses anteriores en el informe del Departamento de Comercio mostraron que la inflación no se enfrió en noviembre y diciembre tanto como se había pensado, en tanto que el gasto en enero aumentó más de lo esperado, incluso aunque la tasa de ahorro aumentara.
Estos datos podrían obligar a los responsables de la política monetaria de la Fed a elevar sus propias estimaciones sobre el punto de parada adecuado para la tasa de interés oficial.
Lo anterior, aunado a otras lecturas económicas de las últimas semanas que sugieren que el mercado laboral sigue siendo fuerte y que el crecimiento de los salarios no se está enfriando con especial rapidez.
También puedes leer: Inflación anual de EU alcanza su segundo mayor inicio de año desde 1982
Crecen dudas sobre proceso ‘desinflacionario’
También arroja dudas sobre la evaluación del presidente de la Fed, Jerome Powell, a principios de este mes, sobre el “proceso desinflacionario”.
Las voces apuntan a que este proceso ‘había comenzado’, una opinión que parecía justificar la decisión del banco central en su reunión del 31 de enero al 1 de febrero de decidir un aumento de la tasa de un cuarto de punto porcentual tras una serie de alzas más grandes en 2022.
Si la Fed hubiera tenido estos datos en la última reunión, probablemente habría subido 50 puntos básicos y el tono de la conferencia de prensa habría sido muy diferente
dijo Gene Goldman, director de inversiones de Cetera Investment Management
No te puedes perder: ‘Superpeso’ e inflación dan poco margen a Banxico para desacoplarse de la Fed
Recesión, sobre la mesa
En diciembre, los responsables de la política monetaria de la Fed pronosticaron un 5.1% como el nivel más alto probable para la tasa de interés oficial; Goldman y otros analistas que comentaron los datos apuntan a que la próxima ronda de proyecciones del banco central, que se publicará en marzo, lo elevará.
En unas declaraciones publicadas tras los datos, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, afirmó que el banco central debería, en todo caso, errar en la subida de tipos para controlar la inflación.
Mester se ha mostrado siempre un poco más dura que la mayoría de sus colegas, y desde diciembre mantiene su opinión de que la tasa de interés debería situarse en el 5.4% para ser suficientemente restrictiva.
Por su parte el gobernador de la Fed, Philip Jefferson, no facilitó ninguna estimación de hasta dónde cree que tendrán que llegar las tasas, pero sí dijo que cree que el banco central “ha actuado con prontitud y contundencia para hacer frente a la inflación”, y que seguirá de cerca los datos mientras calibra la futura senda.
Ante este asunto, muchos analistas creen que los datos ya están forzando la mano de la Fed.
Con información de Reuters
