El director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Agustín Carstens, advirtió que el aumento de la deuda pública global, en un contexto de elecciones importantes en varios países este año, podría agitar los mercados financieros mundiales.

El BIS, considerado el banco central de los banqueros, afirmó que la economía mundial se encamina ahora hacia el “aterrizaje suave” que muchos economistas pusieron en duda cuando se dispararon las tasas de interés, pero no está exento de riesgos.

La deuda pública mundial se encuentra ya en niveles récord y las elecciones, desde las presidenciales en Estados Unidos en noviembre próximo, pasando por las recientes en México y Sudáfrica, y hasta las de Francia y Gran Bretaña estos días, podrían generar volatilidad.

Carstens indicó que dado que las tasas de interés no están cerca de volver a niveles ultrabajos, aunado a factores como las presiones sobre los costos derivadas del envejecimiento de la población; el cambio climático y la reconstrucción de las capacidades de defensa; los planes de estímulo económico y un aumento general del proteccionismo podrían desestabilizar a los mercados más sensibles.

Además de la persistente preocupación por los niveles de deuda de Estados Unidos, uno de los elementos que incrementó las alertas fue el alza en la prima de riesgo de la deuda francesa, que se ha disparado este mes a su nivel más alto desde la crisis de la zona euro en 2012, después de que el presidente Emmanuel Macron convocara a unas elecciones parlamentarias anticipadas que se celebran este domingo.

Deben recortar (los políticos) el aumento de la deuda pública y aceptar que las tasas de interés no volverán a los niveles ultrabajos anteriores a la pandemia. Necesitamos una base sólida sobre la que construir

recalcó Carstens.

Agustín Carstens destaca el freno a la inflación

El BIS destacó que un elemento positivo es que los bancos centrales están logrando frenar una inflación que había alcanzado máximos de décadas tras la pandemia del COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022, que puso presión a los mercados de materias primas.

En comparación con el año pasado, tengo que decir que estamos en un lugar mucho mejor

dijo el exgobernador de Banco de México (Banxico) sobre el indicador.

Aunque Carstens reconoció la labor de los bancos centrales mundiales para prevenir una oleada de recesiones, recalcó que es necesario mantener las políticas monetarias e hizo la analogía de que la lucha contra la inflación es como un tratamiento de antibióticos para hacer frente a una enfermedad.

Aunque el BIS no prevé un escenario “extremo” donde la inflación volviera a dispararse y los bancos centrales tuvieran que subir más las tasas, recalcó que los bancos centrales no deben precipitarse a la hora de bajar los costos del crédito.

Una relajación prematura podría reavivar las presiones inflacionarias y obligar a un costoso cambio de política monetaria

indicó el organismo.

Con información de Reuters

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