Mal y de malas

De los múltiples pendientes que tiene que resolver Alsea hay dos muy retadores que encabeza la propia administración. El primero tiene que ver con el tema de moda: los adeudos fiscales al SAT que encabeza Raquel Buenrostro, la ‘fiscal de Hierro’. Resulta que la presión para la empresa que preside Alberto Torrado no sólo es externa, sino ahora también interna, por la compra de Vips a Walmart de México, donde el fisco le reclama 3,881 millones de pesos desde febrero.

La compañía desconoció el reclamo y pidió la asesoria externa para analizar el tema, y aunque mantiene su postura, al parecer hay posibilidades de que la autoridad revierta sus argumentos, lo que amenaza la liquidez de la empresa.

La presión externa, en primer lugar, provino del pago de impuestos por más de 8,000 millones de pesos que realizó Walmart de México, pero además de la fuerza que el tema de los adeudos tomó en la agenda pública y las declaraciones de la propia Buenrostro -que estima en 70,000 millones de pesos-, 40% más de lo que había originalmente informado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El otro tema que esta misma semana podría cerrarse es el relacionado con las negociaciones que Alsea mantiene con el sindicato de bancos que apoyaron la compra del español Grupo Vips, que incluyen a BBVA, Santander y Merrill Lynch, para flexibilizar las reestricciones financieras impuestas en contratos, los famosos covenants, para evitar cualquier presión de pago anticipado y, al mismo tiempo, obtener líneas de crédito para capital de trabajo para apoyar la reapertura progresiva de sus restaurantes, lo que temporalmente presionaría el nivel de apalancamiento.

¿Buena inversión?

La semana pasada, BBVA, el jugador más grande de bonos de deuda en México, realizó una extensa presentación sobre Pemex a inversionistas de prácticamente todo el mundo, porque algunos de los instrumentos de deuda de la petrolera siguen siendo una inversión atractiva pese al nivel de endeudamiento, la pérdida del grado de inversión y las dudas sobre la factibilidad de los planes de mediano y largo plazo de Pemex.

¿El motivo? Pues porque justo el mercado sabe que el gobierno federal seguirá apoyando a la compañía, cueste lo que cueste.

De hecho, BBVA revisó sus recomendaciones sobre siete emisiones de bonos a distintos plazos de mantener a compra y nueve más de venta a mantener, y el escenario para justificar sus decisiones de inversión se basa principalmente en la reciente recuperación del precio del petróleo; la posibilidad de obtener líneas de crédito adicionales si el gobierno, ante la coyuntura, pudiera estar limitado; y los riesgos son que en el largo plazo si la empresa no es capaz de revertir su situación inevitablemente habría más bajas de calificaciones si por la presión de las finanzas públicas el gobierno ya no puede suministrar oxigeno financiero, y los precios vuelvan a caer por debajo de los costos de producción.

Los humores de Gerardo Esquivel

Luego de que Gerardo Esquivel, el subgobernador del Banco de México, deslizara en una entrevista una critica a las calificadoras de deuda y a los analistas económicos, por tener una visión “poco más critica de lo que se merece el país”, se encendió la expectativa de lo que diría en la conferencia virtual que organizó JP Morgan la semana pasada con el tema: ‘Mexico: Domestic and Global Challenge for Monetary Policy’, donde el moderador fue Gabriel Lozano, economista en jefe del potente bajo de inversión.

Y vaya contraste, porque apenas el 30 de abril JP Morgan bajó a 8.4% su estimado de caída del PIB para este año; y para el 22 de mayo fue el primer banco que pronosticó una baja anual de hasta 40% del PIB en el segundo trimestre; y el 28 de mayo asestó otro golpe al optimismo del gobierno al anticipar la pérdida del grado de inversión de la deuda soberana a mediados de 2021 o inicios de 2022 por la combinación de un bajo crecimiento, desplazamiento de la inversión privada y la decepcionante respuesta del gobierno a la pandemia e incluso estimó que la pérdida del grado de inversión amenaza la salida de más de 44,000 millones de dólares.

Durante la plática, que duró 45 minutos y estuvo vetada la prensa, Esquivel no retomó sus criticas vertidas horas antes y menos cuestionó la posición crítica de JP Morgan a las perspectivas económicas de México.

Regreso bursátil

Cada empresa adapta las reglas que las autoridades impusieron para el regreso paulatino de empleados a sus oficinas, y la Bolsa Mexicana de Valores, de José Oriol Bosch, incluyó en su plan una rigurosa revisión a la entrada del edificio de Paseo de la Reforma, encabezada por personal médico y doctores para medir la temperatura y oxigenación de cada uno de los empleados que ingresen a las instalaciones con la encomienda rigurosa de que con cualquier síntoma raro o señal en automático los regresarán a sus respectivos hogares.

Esto, a diferencia de otros edificios, donde el personal de seguridad es el encargado de la revisión, en la BMV no quieren dejar pasar por alto ningún caso sospechoso que será avalado por profesionales de la salud.