Banorte, ¿el banco fuerte?
En estos tiempos de coronavirus, más allá de la notoria ausencia de Banorte de la 83 Convención Bancaria en Acapulco, de la que dicen podría haber sido un verdadero caldo de cultivo, el conocido como banco fuerte de México trabaja con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Secretaría de Hacienda en un programa de apoyo temporal para que los clientes de tarjetas de crédito, préstamos personales y de nómina reestructuren sus deudas a mayor plazo y reciban un periodo de gracia de tres meses para cubrir las mensualidades correspondientes, sin recargos y sin reportes negativos en el Buró de Crédito.
La iniciativa es similar a la que aplicó después de los sismos de 2017. La novedad es que ahora sumarían un esquema de apoyo para las pequeñas y medianas empresas, que serán las más afectadas ante la pronunciada caída de la actividad económica.
La iniciativa es de Banorte, que preside Carlos Hank González, pero la intención es que lo apliquen todos los bancos para evitar un deterioro mayor en las métricas de cartera vencida de todo el sistema y poder mantener hasta donde sea posible la solidez de la banca, esa que tanto presumen últimamente.
Durante la conferencia telefónica que Bank of America organizó con el director de Finanzas de Banorte, hubo muchas más noticias. El banco espera este año una caída del PIB de 3.5%, aunque sus primeras estimaciones contemplaron una baja de hasta 4%. Esto tendrá impacto directo en sus estimados de crecimiento de cartera de crédito, que originalmente estaban entre 6% y 8% a sólo 2%, pero mantendría la solidez de su capital incluso en el escenario extremo de una caída de hasta 6% de la economía mexicana, el capital básico de Banorte rondaría 11.1%, en línea con el requerimiento de las autoridades las mensualidades correspondientes.
Además, la administración del banco mantendrá su política de dividendos y extendería su programa de recompra de acciones, que en su primera etapa contempla más de 48 millones de títulos. Y sobre la exposición a Pemex, el banco dice no tener mayor presión porque representa 5% de su cartera total de créditos, con más de 56,000 millones de pesos incluyendo proveedores, y en el caso de las aerolíneas, los préstamos en riesgo suman 500 millones de pesos.
Slim, ¿el abogado?
Es conocido que los tentáculos del empresario Carlos Slim Helú llegan a diversas publicaciones escritas de índole político y financiero, pero ahora las amplió al tema jurídico.
Resulta que el socio capitalista de Tiempo de Derechos, revista especializada en el marco jurídico nacional e internacional, es el Ingeniero Slim y con la recurrencia que utiliza los tribunales -sobre todo para los temas de telecomunicaciones- tiene cierto sentido estar presente en la editorial que también abarca libros especializados.
Tiempo de Derechos la dirigen Mariano Azuela Güitrón, expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el exministro Salvador Aguirre Anguiano. Su consejo editorial está repleto de connotadas figuras de las leyes mexicanas, cuya asesoría seguramente aportan mucho a los planes de Slim Helú.
Bolsa Mexicana, presión cambiaria
¿Recuerdas que la crisis de 2008, esa que literalmente disparó el dólar, entre muchas otras cosas, dejó al descubierto las arriesgadas apuestas con derivados que utilizaron varias emisoras mexicanas y que fueron el principio del fin de la cadena Comercial Mexicana?
Pues después del niño ahogado, las autoridades bursátiles tomaron cartas en el asunto y obligaron a todas las emisoras a informar los detalles de sus coberturas cambiarias para evitar una situación similar. Con la nueva crisis que originó el coronavirus, los reguladores analizan reforzar esta parte solicitando todavía más detalles de los pasivos contratados en moneda extranjera a las emisoras mexicanas.
Ya tendrás los detalles.